Un estudio presentado en el XV Congreso Nacional de GeSIDA en Zaragoza ha revelado que, a pesar del envejecimiento de las personas con VIH debido a la efectividad de los tratamientos antirretrovirales (TAR), los eventos adversos relacionados con la salud, como problemas cardiovasculares y neoplasias, se están presentando más tarde que en el pasado.
Este estudio, que analizó datos de la cohorte CoRIS, la mayor de su tipo en España, muestra una disminución significativa en la incidencia de estos eventos a lo largo del tiempo.
Los investigadores se enfocaron en evaluar las comorbilidades relacionadas con la edad en tres periodos: 2006-2011, 2012-2017, y 2018-2023. A pesar del envejecimiento de la población de personas con VIH, la incidencia de eventos adversos graves (como infartos, ictus, neoplasias malignas no relacionadas con el SIDA y muertes no accidentales) disminuyó, de 1,44 a 0,67 por cada 1000 personas-año, lo que sugiere que las mejoras en los tratamientos y la atención a estas personas están contribuyendo a un envejecimiento más saludable.
Además, la edad media en la que los pacientes experimentaron estos eventos también aumentó progresivamente: 42,2 años en el primer periodo, 45,6 años en el segundo y 48,3 años en el tercero. Estos resultados apuntan a que los avances en el tratamiento y manejo del VIH están permitiendo que las personas que viven con el virus disfruten de una mayor esperanza de vida y enfrenten problemas de salud relacionados con la edad en una etapa más tardía de su vida.