Un nuevo estudio revela que la identidad sexual juega un papel clave en el bienestar sexual de las mujeres durante la mediana edad, especialmente durante la perimenopausia, cuando surgen problemas como el dolor y las molestias vaginales.
Según la investigación publicada en la revista Menopause, las mujeres no heterosexuales son más propensas a mantenerse sexualmente activas y menos propensas a experimentar dolor durante la actividad sexual en comparación con las mujeres heterosexuales.
En el estudio, que analizó los datos de más de 230 mujeres veteranas, se encontró que las mujeres no heterosexuales tenían 2.2 veces más probabilidades de haber estado sexualmente activas en el último mes que las mujeres heterosexuales. Además, solo el 12% de las mujeres no heterosexuales reportaron dolor durante la actividad sexual, frente al 48% de las mujeres heterosexuales. Las mujeres no heterosexuales también experimentaron menos síntomas vaginales (39% frente a 63%).
Este hallazgo es relevante ya que las mujeres veteranas de mediana edad, que constituyen una población clave para la investigación, enfrentan diversas barreras en la atención médica, incluida la discriminación en el ámbito de la salud. Los investigadores destacan que se necesita más investigación para entender las necesidades únicas de las mujeres de minorías sexuales y mejorar la atención médica dirigida a ellas.