Las exposiciones intencionales incluyen intentos de suicidio, el uso de drogas ilegales y el uso indebido de medicamentos
Un informe reciente revela que los centros de control de intoxicaciones en EE. UU. están recibiendo cada vez más llamadas sobre intoxicaciones deliberadas o accidentales que resultan en discapacidad o muerte.
Investigadores del Sistema de Salud de la Universidad de Virginia analizaron más de 33.7 millones de reportes de exposiciones a venenos recibidos por los 55 centros de envenenamiento en EE. UU. entre 2007 y finales de 2021. Durante este período, las llamadas relacionadas con "exposiciones intencionales" a sustancias tóxicas que causaron la muerte aumentaron más de tres veces, con un incremento del 233.9%.
Las exposiciones intencionales incluyen intentos de suicidio, el uso de drogas ilegales y el uso indebido de medicamentos para fines distintos a los previstos, como el uso recreativo, según explicó UVA Health.
El estudio también encontró que las exposiciones accidentales e involuntarias a venenos se han vuelto más graves. Entre 2007 y 2021, el número de exposiciones no intencionales que resultaron en discapacidad o mutilación aumentó en un 37.4%, y las que llevaron a la muerte aumentaron en un 65.3%, según el equipo dirigido por el Dr. Christopher Holstege, del Centro de Envenenamiento Blue Ridge de UVA Health.
Las exposiciones no intencionales incluyen el abuso accidental de medicamentos (como tomar dosis incorrectas), exposición a toxinas en el lugar de trabajo, intoxicaciones alimentarias, mordeduras y picaduras.
El informe también destaca un aumento en la gravedad de los casos entre los niños. Las exposiciones intencionales que resultaron en muerte o daño grave aumentaron en casi un 77% entre 2007 y 2021, aunque el número total de casos en esta categoría se redujo en un tercio.
En cuanto a las exposiciones no intencionales, los casos fatales en niños casi se triplicaron, con un aumento del 190%, y los casos pediátricos que resultaron en graves daños aumentaron en casi un 123%, según el equipo de Holstege.
"Como sociedad, deberíamos preocuparnos por estas tendencias relacionadas con los niños", afirmó Holstege. "Es crucial desarrollar estrategias colaborativas para identificar mejor las causas subyacentes de estas graves intoxicaciones pediátricas, particularmente en los ámbitos de la salud mental y el uso y abuso de sustancias".
Los autores del estudio observaron una tendencia creciente en la gravedad de los casos a lo largo del tiempo. Durante el período analizado, se registraron más de 8 millones de llamadas a los centros de envenenamiento de EE. UU. por exposiciones no intencionales en adultos, además de 3.9 millones de casos de exposiciones intencionales. En cuanto a los niños, se registraron más de 18.7 millones de llamadas por exposiciones no intencionales y más de 1.6 millones por exposiciones intencionales.
Los hallazgos fueron publicados en una reciente edición de la revista Clinical Toxicology. Holstege mencionó que estas tendencias no le sorprendieron, dado el aumento en la gravedad de los casos observados en el Centro de Envenenamiento Blue Ridge de UVA Health. "La causa de esta tendencia es multifactorial: estamos enfrentando una creciente crisis de salud mental entre los jóvenes y la aparición de nuevas sustancias psicoactivas peligrosas, como los opioides sintéticos y las benzodiacepinas de diseño", concluyó Holstege.
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