La ventilación de los aviones no puede propagar los alérgenos de los frutos secos a los pasajeros

Las personas con alergia al cacahuate no necesitan preocuparse por la posibilidad de que los alérgenos de los frutos secos se propaguen a través del sistema de ventilación de los aviones, según una reciente revisión de estudios.

Los investigadores no encontraron evidencia que respalde la creencia de que los alérgenos pueden viajar a través de los sistemas de aire de los aviones, concluyó el equipo liderado por Paul Turner, profesor de alergia e inmunología del Instituto Nacional del Corazón y los Pulmones del Colegio Imperial de Londres.

La revisión, publicada el 15 de octubre en la revista Archives of Disease in Childhood, recopiló datos desde 1980 y descubrió que las reacciones alérgicas provocadas por partículas en el aire son extremadamente raras. Aunque existen excepciones, como los vapores de mariscos o la exposición laboral a la harina de trigo, los alérgenos de maní solo se detectan en concentraciones muy bajas cuando las nueces son peladas, y el polvo se asienta rápidamente, quedando solo cerca de las nueces.

Además, el aire dentro de la cabina de los aviones se renueva completamente cada tres o cuatro minutos, ya que la mitad del aire es recirculado y filtrado, mientras que la otra mitad proviene del exterior.

Los investigadores concluyeron que no hay evidencia de que los alérgenos de frutos secos se propaguen a través del sistema de ventilación de los aviones. Los principales riesgos provienen más bien de los residuos de alérgenos en las superficies que podrían transferirse por contacto, especialmente en vuelos de bajo costo con tiempos de respuesta rápidos entre trayectos.

El equipo también señaló que los anuncios solicitando a los pasajeros que no consuman frutos secos durante el vuelo probablemente no disminuyen el riesgo de reacciones alérgicas. Sin embargo, recomiendan que los pasajeros con alergias alimentarias aborden antes del resto para poder limpiar las bandejas y superficies cercanas a sus asientos. De hecho, el Departamento de Transporte de EE. UU. ya exige esta medida para los pasajeros con alergia a los frutos secos.

Los investigadores sugieren que las aerolíneas deberían implementar y hacer cumplir políticas claras sobre las alergias alimentarias, disponibles tanto en sus sitios web como a solicitud de los pasajeros, para garantizar la tranquilidad de las personas alérgicas y sus acompañantes.