A medida que nos aproximamos a los 50, nos enfrentamos a cambios inevitables en nuestra vida, siendo la menopausia uno de los protagonistas principales.
Un período que trae consigo síntomas como aumento de peso, sofocos y retención de líquidos. Sin embargo, la Fundación Española del Corazón asegura que dedicar tan solo 30 minutos diarios a la actividad física puede extender la esperanza de vida en cinco años, ofreciendo una perspectiva optimista. En ese sentido, muchas personas se preguntan si existe un ejercicio ideal para mujeres mayores de 50.
Según los expertos de Harvard, el burpee podría ser la respuesta. A primera vista, este ejercicio puede parecer intimidante, ya que implica saltos con brazos extendidos hacia arriba, seguido de lanzarse al suelo para realizar una flexión y luego levantarse nuevamente. Razón por la que surge la preocupación de que, a partir de los 50 y con el riesgo de osteoporosis debido a la menopausia, el burpee pueda ser perjudicial. Sin embargo, a pesar de su intensidad, se ha considerado que el burpee, puede generar una mayor demanda metabólica que los ejercicios tradicionales de resistencia.
El ejercicio perfecto a partir de los 50: el burpee hindú
En ese sentido, los expertos de la universidad de Harvard recomiendan una variante menos conocida y exigente físicamente pero igualmente efectiva: el burpee hindú. Esta versión elimina los saltos y la flexión, convirtiéndose en una opción más amigable para quienes tienen un mayor riesgo de sufrir fracturas.
El burpee hindú implica colocarse en posición de perro bocabajo, descender la parte superior del cuerpo al suelo y desplazarse ligeramente hacia adelante, permitiendo que el cuerpo caiga mientras se realiza la postura del perro boca arriba. Aunque esta variante no carece de desafíos, al igual que su contraparte tradicional, ofrece beneficios sin el riesgo de generar lesiones, especialmente en mujeres postmenopáusicas con mayor riesgo de fragilidad ósea.
Según los expertos, este ejercicio no solo puede contribuir a mantener un peso adecuado, sino que también ayuda a reducir el riesgo de lesiones durante la menopausia. Combinado con hábitos saludables, como una alimentación balanceada y la práctica regular de ejercicio físico, se crea un conjunto de herramientas que eleva la calidad de vida después de los 50 años.
Por último, es importante destacar que la clave para gozar de una buena salud en esta etapa de la vida reside en adaptar la rutina de ejercicio a las necesidades y limitaciones específicas.
