La viruela símica es ocasionada por un virus que se transmite a través del contacto piel con piel, especialmente el sexo
Un estudio reciente ha hallado que los anticuerpos generados por la vacuna contra la viruela símica disminuyen considerablemente en un periodo de seis a 12 meses, lo que resalta la necesidad de recibir dosis de refuerzo para mantener una protección adecuada.
La viruela símica, anteriormente conocida como viruela del mono, es un virus que se propaga rápidamente, principalmente a través del contacto cercano de piel a piel, especialmente durante las relaciones sexuales. Sus síntomas incluyen fiebre, erupciones cutáneas o llagas dolorosas y la inflamación de los ganglios linfáticos.
El brote de viruela símica que comenzó en 2022 se declaró más de un año después y se propagó rápidamente a países fuera de África, un fenómeno sin precedentes. La aparición de una nueva cepa potencialmente más grave en la República Democrática del Congo ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar una emergencia de salud pública de importancia internacional.
Hasta el 1 de septiembre, el nuevo brote de viruela símica en África había causado más de 5,265 casos confirmados, 18,737 casos sospechosos y 617 muertes en 14 países africanos, según la OMS.
"Nuestro estudio subraya la importancia de completar la serie de vacunación recomendada de dos dosis contra la viruela símica, ya sea por vía subcutánea o interdérmica, para fortalecer la inmunidad, sin importar el intervalo entre las dosis", afirmó la Dra. Ai-ris Yonekura Collier, autora principal del estudio y codirectora de la Unidad de Ensayos Clínicos del Centro Médico Beth Israel Deaconess (BIDMC) en Boston. "En este contexto de brote de viruela símica, es esencial asegurar un amplio acceso a la serie completa de vacunas".
El estudio, que se publica en la edición del 3 de octubre de la revista Journal of the American Medical Association, sugiere que las personas vacunadas durante el brote de 2022 necesitan un refuerzo para mantener su protección.
Para llegar a esta conclusión, el equipo de Collier analizó las respuestas inmunitarias de 45 individuos que recibieron la vacuna contra la viruela símica durante el brote o que tenían un diagnóstico confirmado de la enfermedad. Los vacunados recibieron una o dos dosis de Jynneos, la vacuna específica.
Al comparar las respuestas de anticuerpos y células T al inicio, a las tres semanas y luego cada tres meses hasta cumplir un año, observaron que la protección proporcionada por la vacuna disminuía considerablemente entre los seis y los doce meses.
Para contener el brote de 2022, las autoridades de salud pública priorizaron la vacunación en grupos con un riesgo particular de contraer viruela símica, incluidos aquellos con parejas sexuales nuevas o múltiples, hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, personal de salud y de laboratorio, así como personas que viajaron a lugares donde se ha identificado el virus.
El Dr. Dan Barouch, autor de correspondencia y director del Centro de Investigación sobre Vacunas y Virología del BIDMC, indicó que se requieren estudios más amplios en humanos para evaluar la efectividad de la vacuna a lo largo del tiempo. Esta investigación fue financiada por los Institutos Nacionales de Salud, el Consorcio de Massachusetts para la Preparación de Patógenos y la División de Investigación Intramuros del NIAID.
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