Aunque la pandemia de COVID-19 parece estar bajo control, el mundo sigue siendo vulnerable a nuevas amenazas
El mundo está nuevamente en alerta ante la posible aparición de una nueva emergencia sanitaria global. En esta ocasión, la preocupación gira en torno al mpox, anteriormente conocido como viruela del mono, cuya incidencia ha aumentado un alarmante 160% en varias regiones de África durante el último año.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha convocado a su comité de emergencia para evaluar si es necesario elevar el nivel de alerta ante esta situación preocupante.
El brote de mpox, que hasta hace poco se limitaba a preocupaciones regionales, ha alcanzado proporciones alarmantes. Entre 2023 y 2024, se han confirmado más de 2,000 casos en 15 países africanos, con 13 muertes reportadas solo en 2024. Esta cifra es notablemente superior a los 1,145 casos y siete muertes registradas durante todo 2023. La República Democrática del Congo (RDC), epicentro de la epidemia, ha visto cómo el virus se propaga a nuevas provincias, mientras que Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda han informado de sus primeros casos.
África ha hecho un llamado urgente a la acción global
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África (CDC de África), bajo la Unión Africana, han sido claros en su demanda: el mpox debe ser declarado una emergencia de salud pública de importancia continental.
Jean Kaseya, director general de los CDC de África, ha manifestado su preocupación por la rápida propagación del virus, destacando que el 70% de los afectados son menores de 18 años. "Estamos perdiendo a la juventud en África", ha señalado Kaseya, subrayando la urgencia de movilizar a la comunidad internacional para abordar esta amenaza.
La situación es crítica y la capacidad de respuesta es limitada. Actualmente, hay disponibles solo 200,000 vacunas, una cantidad insuficiente frente a la demanda de al menos diez millones de dosis que Kaseya considera necesarias para controlar el brote. La Unión Africana ha instado a evitar los errores cometidos durante la pandemia de COVID-19, advirtiendo que la falta de acción ante emergencias sanitarias puede tener consecuencias devastadoras.
El rol de la OMS en la crisis del mpox
El 14 de agosto, la OMS evaluará si el brote de mpox cumple con los criterios para ser declarado una emergencia de salud pública de interés internacional. Si se decide así, la organización ofrecerá asesoría sobre cómo prevenir y reducir la propagación de la enfermedad a nivel global. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha expresado su preocupación por la situación, enfatizando la necesidad de una respuesta coordinada para evitar que esta crisis se convierta en una catástrofe global.
El mpox es una enfermedad infecciosa que se transmite a los humanos principalmente a través de animales infectados, pero también puede propagarse de persona a persona mediante contacto físico directo o indirecto con fluidos corporales o lesiones en la piel. Los síntomas incluyen fiebre, dolores musculares y lesiones cutáneas que pueden ser dolorosas y desfigurantes.
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