Los miomas son tumores benignos que se desarrollan en el tejido muscular del útero. Dependiendo de su ubicación, se pueden clasificar como submucosos, intramurales o subserosos.
No siempre causan síntomas, y a menudo son descubiertos durante chequeos rutinarios. Aparecen exclusivamente durante la edad reproductiva y son bastante comunes, afectando a una de cada dos mujeres a lo largo de su vida.
Según la doctora Laura Pineda Domínguez, ginecóloga adjunta en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, «un mioma es una proliferación celular que no tiene características malignas. Se puede comparar un mioma en el útero con una peca en la piel. Son muy comunes en mujeres de todo el mundo, aunque ciertas condiciones como la genética y la raza pueden aumentar su incidencia, siendo más frecuentes en mujeres de raza negra que en las de raza caucásica».
El doctor Manuel Albi González, jefe del departamento de Ginecología y Obstetricia de los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz y La Luz (Madrid), señala que los miomas solo se presentan durante la edad reproductiva y generalmente no causan síntomas: «La mayoría se descubren de manera casual durante exploraciones ginecológicas. En caso de que causen síntomas, lo más común es que provoquen sangrados anormales o menstruales abundantes, así como dolor».
La doctora Raquel Senosiain Echarte, también ginecóloga en los mencionados hospitales, destaca que la ecografía es la herramienta de referencia para detectar miomas, ya que no solo permite su identificación, sino también determinar su ubicación, lo que es fundamental para el seguimiento durante un embarazo.
Tratamiento de los miomas
El doctor Albi recuerda que hay dos enfoques principales para el tratamiento médico de los miomas: el uso de medicamentos para aliviar los síntomas, o la intervención quirúrgica, que puede ser menos invasiva, como la destrucción del mioma mediante técnicas no quirúrgicas, o la extirpación del mismo mediante cirugía convencional.
En este contexto, la doctora Pineda indica que, actualmente, se puede realizar una histeroscopia para extirpar miomas, dependiendo de su tamaño y ubicación. «Con esta técnica, se puede observar el mioma, que puede estar protruyendo y deformando la cavidad uterina, y se puede recortar con un bisturí milimétrico. Se trata de un procedimiento con una recuperación rápida», enfatiza.
Si se busca un embarazo
Uno de los problemas que presentan los miomas es su tendencia a reproducirse, lo que puede complicar un embarazo dependiendo de su localización. La doctora Senosiain explica que la ubicación del mioma es crucial al decidir sobre un tratamiento quirúrgico. La presencia de un mioma dentro de la cavidad uterina es una de las pocas indicaciones para un tratamiento antes de intentar un embarazo, ya que puede interferir con la implantación o afectar el desarrollo del embrión. Sin embargo, aclara que es común observar embarazos en mujeres con úteros miomatosos, y la mayoría de estos embarazos transcurren sin complicaciones, que son muy poco frecuentes, con una incidencia que no supera el 10%. Esto significa que tener miomas no debería desanimar a una mujer que desea concebir.
En cuanto a la histerectomía, o extirpación del útero, el doctor Albi afirma que esta no debería ser la primera opción de tratamiento, salvo en casos extremos. «El tratamiento debe ser individualizado, y hoy en día contamos con suficientes opciones terapéuticas para permitir que las mujeres con miomas puedan cumplir su deseo de ser madres», destaca.
Consideraciones sobre el sarcoma
Finalmente, es importante observar si un mioma podría estar relacionado con un sarcoma, un tipo de tumor maligno, lo cual se determina a través de estudios de anatomía patológica debido a la alta malignidad asociada. El doctor Albi indica que un comportamiento anormal de un mioma podría sugerir un sarcoma. Sin embargo, la doctora Pineda asegura que estos casos son «absolutamente infrecuentes», ya que los miomas no tienden a malignizarse.