Un estudio reciente publicado en Nature Communications Medicine ha arrojado buenas noticias sobre el COVID prolongado en niños y adolescentes.
Los investigadores encontraron que alrededor del 70% de los jóvenes diagnosticados con esta condición se recuperan dentro de los 24 meses posteriores a su infección inicial. El COVID prolongado se caracteriza por síntomas como fatiga, insomnio, dificultad para respirar, confusión mental y dolores de cabeza, que persisten semanas o meses después de la recuperación de la infección inicial.
El estudio analizó datos de 233 jóvenes en Inglaterra que habían sido diagnosticados con COVID prolongado tres meses después de su infección. Después de dos años, 165 de ellos (el 70%) se habían recuperado de los síntomas persistentes. Sin embargo, se observó que las chicas tenían casi el doble de probabilidades que los chicos de seguir experimentando los síntomas dos años después. Además, los adolescentes mayores también tenían menos probabilidades de haber superado el COVID prolongado en ese tiempo.
Aunque los resultados son alentadores, los investigadores planean continuar investigando para comprender mejor por qué un grupo de jóvenes no se ha recuperado aún después de dos años.