La ketamina, conocida popularmente como un tranquilizante para caballos y recreativamente como "Special K" o "Kit Kat", podría convertirse en una esperanza en la batalla contra el cáncer, según un estudio realizado por científicos del Imperial College de Londres, la Universidad de Hirosaki y la Facultad de Medicina de Nippon en Japón, en colaboración con el Centro Nacional de Investigación Clínica para la Salud Infantil de China.
Aunque la ketamina actualmente solo está autorizada como anestésico, las pruebas de laboratorio han arrojado resultados prometedores al mostrar su capacidad para inhibir el crecimiento y la propagación de células cancerosas en muestras de pulmón y cerebro humano.
Los expertos creen que este efecto se debe al bloqueo de un receptor llamado n-metil-d-aspartato (NMDA), que regula el tamaño del tumor, su propagación y la gravedad del cáncer.
Los hallazgos, publicados en el European Journal of Pharmacology, indican que las células expuestas a concentraciones "relativamente altas" de ketamina experimentaron una supresión significativa del crecimiento del cáncer y una mayor proporción de células en apoptosis tardía, un proceso donde los tumores se destruyen a sí mismos.
A pesar de estos resultados alentadores en el laboratorio, se requieren estudios más extensos que involucren a miles de pacientes con cáncer antes de considerar la implementación de la ketamina como tratamiento. Actualmente, la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia son los métodos más comunes para combatir el cáncer.
Es importante señalar que, aunque la ketamina tiene aplicaciones médicas seguras como anestésico, su uso recreativo puede ser peligroso y está asociado con riesgos para la salud. Además, la droga está sujeta a restricciones legales en varios países.
Este descubrimiento surge en un momento en que la ketamina vuelve a captar la atención pública, incluso después de la trágica muerte del actor Matthew Perry en octubre, quien tenía cantidades significativas de la droga en su sistema.
Los científicos instan a la cautela y destacan que la aplicación médica de la ketamina en el tratamiento del cáncer aún está en una fase inicial de investigación.
