Mark McDonald, un ingeniero mecánico que reside en Portland, siempre supo que era adoptado. Según declaró al programa de radio Outlook de la BBC, para él, su adopción era simplemente una característica más de su identidad, comparable a su altura, peso o color de cabello.
Se mostró feliz con su familia adoptiva, que le brindó amor y satisfizo todas sus necesidades. Sin embargo, experimentaba una sensación constante de desconexión, como si careciera de raíces.
"Soy una persona muy visual. Como adoptado, nunca ves a nadie que se parezca a ti. No ves tu rostro reflejado en el de los demás", compartió en una entrevista realizada en 2022.
A pesar de esto, nunca buscó a su familia biológica hasta que se casó con Tina, a quien conoció en la universidad durante sus estudios de postgrado. Poco después del matrimonio, descubrieron que no podían tener hijos, un deseo importante para Mark.
"Cuando supe que no podríamos tener hijos, empecé a pensar en mi familia adoptiva. No desde un lugar de arrepentimiento, pero quería conocer a mi madre biológica, que era muy joven cuando me tuvo. Solo tenía 16 años, lo que hace [la adopción] completamente comprensible", expresó.