La gripe aviar H5N1 podría estar infectando a más personas de lo que se sabe, según investigaciones recientes de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Un estudio en trabajadores del sector lácteo de Michigan y Colorado reveló que el 7% de los monitoreados presentaron anticuerpos del virus. Desde 2022, las cepas altamente patogénicas de H5N1 han comenzado a propagarse de aves a mamíferos, afectando a ganado lechero y otros animales de cría en Estados Unidos. Este año, se han confirmado 46 casos humanos de H5N1, la mayoría de ellos asociados con el contacto con ganado o aves de granja. Aunque no se ha observado que el virus se propague entre personas, los hallazgos subrayan la necesidad de una mayor vigilancia para prevenir posibles brotes.
En colaboración con autoridades de salud de Michigan y Colorado, la CDC llevó a cabo entrevistas y análisis de sangre a 115 trabajadores lácteos, de los cuales ocho mostraron anticuerpos de H5N1, lo que indica que en algún momento fueron infectados. Sin embargo, solo cuatro de ellos recordaron haber estado enfermos recientemente. Estos trabajadores estaban en contacto con vacas infectadas, lo que sugiere que la transmisión se produjo principalmente por los animales.
A pesar de estos hallazgos, no hay evidencia de una propagación significativa de la gripe H5N1 entre la población general. Este año, el virus se ha detectado en 48 estados, y miles de trabajadores podrían haber estado expuestos al virus, lo que hace probable que los casos humanos confirmados no representen la totalidad de los infectados.
A medida que el virus se propaga de aves a mamíferos, aumenta la posibilidad de que evolucione para transmitirse entre mamíferos, incluyendo los humanos. Si el H5N1 infecta a más personas, el riesgo de que el virus adquiera mutaciones peligrosas que puedan causar una pandemia mortal se incrementa. Por ello, es crucial detectar los casos tempranamente para evitar que la situación se convierta en una amenaza mayor.