La estimulación cerebral transcraneal en el hogar puede aliviar la depresión de manera segura

Un ensayo clínico reciente ha demostrado que la terapia de estimulación cerebral transcraneal realizada en casa puede ser un tratamiento seguro y eficaz para la depresión moderada a grave. Según los investigadores, las tasas de respuesta y remisión fueron tres veces mayores en los pacientes que recibieron esta estimulación cerebral no invasiva.

La Dra. Jaire Soares, catedrática de psiquiatría de la Facultad de Medicina McGovern de la Universidad de Texas, comentó que estos resultados ofrecen la esperanza de que esta nueva modalidad de tratamiento pueda estar disponible en un futuro cercano para quienes sufren trastornos del estado de ánimo.

En el estudio, 174 personas con diagnóstico de depresión fueron asignadas al azar para recibir o no la estimulación cerebral durante un periodo de 10 semanas. Aquellos que recibieron el tratamiento participaron en cinco sesiones de 30 minutos por semana durante las primeras tres semanas, seguidas de tres sesiones semanales durante las siete semanas restantes.

La terapia utilizada es la estimulación transcraneal de corriente directa (tDCS), que aplica una corriente eléctrica de entre 0,5 y 2 miliamperios a través de dos electrodos colocados en el cuero cabelludo. Este tratamiento genera como máximo una ligera sensación de hormigueo en el área. Además, la estimulación fue autoadministrada por los pacientes desde sus hogares.

Los resultados mostraron que aproximadamente el 45% de los pacientes que recibieron la estimulación lograron la remisión de su depresión, en comparación con solo el 22% en el grupo de control.

La Dra. Cynthia Fu, profesora de neurociencia afectiva y psicoterapia del Colegio del Rey de Londres, destacó la relevancia del estudio, señalando que, si bien los antidepresivos y la terapia suelen ser efectivos, algunos pacientes experimentan efectos secundarios molestos. Según Fu, la tDCS podría convertirse en una opción de primera línea para quienes lo necesiten.

Este estudio fue financiado por Flow Neuroscience, fabricante del dispositivo utilizado para la estimulación.