Acostarse regularmente no solo ayuda a que los niños estén más atentos durante un día escolar, sino que también podría prevenir el abuso de drogas y alcohol en la adolescencia, según una investigación reciente.
El estudio indica que los adolescentes que se acostaban temprano en su infancia tenían menos probabilidades de consumir alcohol o marihuana a los 15 años, en comparación con aquellos que se acostaban tarde y dormían menos.
Anne-Marie Chang, autora principal del estudio y profesora asociada de salud bioconductual en la Universidad Estatal de Pensilvania, señaló que mejorar el sueño en niños en edad escolar no solo podría beneficiar la salud del sueño, sino también reducir la participación en conductas de riesgo como el consumo de sustancias.
El estudio incluyó a más de 1,500 niños de 20 ciudades de Estados Unidos. Los padres registraron las horas de acostarse y la duración del sueño de los niños a los 3, 5 y 9 años, y se rastreó el consumo de alcohol y drogas en su adolescencia.
Los resultados mostraron que un niño tenía un 45% más de probabilidades de probar alcohol a los 15 años si se acostaba tarde a los 9 años. Sin embargo, no hubo correlación con las horas de acostarse a los 3 o 5 años ni con la duración del sueño.
El riesgo de consumir marihuana a los 15 años aumentaba un 26% si se acostaban tarde a los 5 años, y un 19% si dormían una hora menos por noche a los 9 años. Acostarse tarde a los 15 años también se asoció con un mayor riesgo de consumir marihuana o alcohol.
Estos hallazgos, publicados en la revista Annals of Epidemiology, no prueban causalidad, pero sugieren una fuerte relación.
David Reichenberger, coautor del estudio, destacó la importancia del sueño para el desarrollo infantil, ya que apoya el crecimiento neuronal. Él y Chang creen que fomentar hábitos de sueño saludables en la infancia es crucial para el bienestar físico y la toma de decisiones en la adolescencia, lo que podría influir en la prevención del uso de sustancias.