Según se ha observado en un análisis combinado de 19 cohortes realizado por un equipo internacional en el que participaron autores europeos, la actividad física alta (frente a la baja) en el tiempo libre se asocia con un riesgo hasta un 10 % menor de cáncer de mama invasivo o in situ en mujeres premenopáusicas. Los hallazgos se han publicado en la revista Journal of Clinical Oncology.
Con estos hallazgos se recomienda a los médicos fomentar niveles altos de actividad física en las mujeres premenopáusicas.
Análisis agrupado de datos a nivel individual sobre actividad física en el tiempo libre de 19 estudios de cohortes (n = 547.601 participantes). Las 19 cohortes procedían de América del Norte (n = 10), Europa (n = 6), Asia (n = 2) y Australia (n = 1).
La actividad física se evaluó una vez mediante cuestionarios autodeclarados que permitieron a los investigadores asignar equivalentes metabólicos de la tarea, es decir, la relación entre el coste energético de una actividad y el gasto energético en reposo. La actividad física semanal alta y baja se asignó al percentil 90 y 10 de actividad (equivalentes metabólicos de tarea).
El criterio principal de valoración fue el cáncer de mama premenopáusico (in situ o invasivo).
Las 547.601 mujeres participantes (edad media en el momento de la evaluación de la exposición, 41,3 años) fueron seguidas durante una media de 11,5 años, tiempo durante el cual se registraron 10.231 casos de nuevo diagnóstico de cáncer de mama.
La actividad física elevada se asoció con una reducción del 6 % en el riesgo de cáncer de mama antes del ajuste por índice de masa corporal (IMC). Después del ajuste, la reducción del riesgo aumentó al 10 %.
La asociación fue más fuerte para el subgrupo con cáncer de mama positivo para el receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER-2), cuyo riesgo se redujo en un 43 %.
