El desarrollo neurológico y el comportamiento de los niños nacidos durante la pandemia de COVID-19 han atraído un creciente interés entre expertos en pediatría. Investigaciones recientes han arrojado resultados preocupantes, particularmente en relación con los niños que estuvieron aislados durante sus primeros años de vida, una etapa crucial para su desarrollo.
Un grupo de especialistas dominicanos en neurología pediátrica, neurodesarrollo, infectología y nutrición han compartido sus observaciones sobre estos menores, resaltando los desafíos que enfrentan en comparación con los que nacieron antes de la pandemia.
Entre los investigadores se encuentran la doctora Christian López, presidenta de la Sociedad Dominicana de Neurología y Cirugía Torácica; la doctora Lina Vásquez, pediatra especializada en nutrición; y la doctora Madelin Reynoso Ruiz, pediatra experta en enfermedades infecciosas.
Problemas en el desarrollo y la socialización
Uno de los aspectos más preocupantes que han identificado los especialistas es la presencia de respuestas atípicas a estímulos, así como dificultades incrementadas para hablar, socializar y relacionarse con otros niños.
La doctora Christian López, quien ha liderado gran parte de las investigaciones, ha observado cambios significativos en el desarrollo neurológico y conductual en tres grupos de niños: aquellos con diagnóstico previo de Trastornos del Espectro Autista (TEA) que vivieron la pandemia, los nacidos en 2019 que pasaron gran parte de su etapa crucial de desarrollo en confinamiento, y los niños nacidos después de la pandemia.
"La falta de interacción social en los primeros años de vida de estos niños ha tenido un impacto considerable en su capacidad para adaptarse al entorno. Muchos han mostrado comportamientos extremos, como euforia o temor, especialmente en espacios abiertos", explicó la doctora López.
Además, detalló que los niños con TEA han experimentado cambios notables en su comportamiento y manejo de la ansiedad, exacerbados por la pérdida de rutinas y la falta de estimulación adecuada durante el confinamiento.
Otra consecuencia observada por los pediatras es un aumento en la incidencia de episodios infecciosos en estos niños, así como una respuesta clínica menos favorable de lo esperado. La doctora Madelin Reynoso Ruiz explicó que la disminución en la cobertura de vacunas, el sedentarismo y la falta de interacción con otros niños han debilitado el sistema inmunológico de estos menores.