Pasar tiempo con nuestros perros no solo proporciona compañía, sino que también conlleva numerosos beneficios para la salud. Un estudio reciente de la Universidad Konkuk en Corea del Sur ha demostrado que las interacciones con estos animales pueden disminuir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la concentración.
La investigación, liderada por Onyoo Yoo, utilizó electrodos de electroencefalografía (EEG) para medir la actividad cerebral y las respuestas emocionales de los participantes durante diferentes actividades con perros.
Los hallazgos revelaron que actividades como jugar o pasear con un perro no solo disminuyen el estrés, sino que también mejoran de manera notable el estado de ánimo de quienes participan. Los participantes informaron sentirse menos fatigados, deprimidos y estresados tras interactuar con los perros.
Uno de los descubrimientos más sorprendentes fue la mejora en la concentración y la creatividad después de actividades como acariciar o cepillar a un perro. Este tipo de interacciones no solo promueven la relajación, sino que también ayudan a las personas a mantenerse enfocadas y productivas.
Asimismo, cuidar a un perro, alimentarlo o simplemente abrazarlo puede influir de manera directa en la reducción del estrés y la mejora del bienestar emocional. Aunque son acciones simples, tienen la capacidad de calmar a las personas y hacerlas sentir más felices y emocionalmente estables.
El estudio también resalta la importancia de las intervenciones asistidas por animales (IAA), que son programas en los que los perros desempeñan un papel terapéutico en la salud y la educación de las personas. Estas intervenciones han demostrado ser efectivas para mejorar el bienestar mental, ofreciendo compañía emocional y disminuyendo el estrés.