El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha emitido un llamado urgente para que la población preste atención oportuna a los síntomas de la úlcera péptica, una afección que afecta la mucosa del estómago o el duodeno y que, si no se trata adecuadamente, puede ocasionar complicaciones graves.
Síntomas a tener en cuenta:
Según el doctor Ismael Axayácatl Juárez Galindo, coordinador de Programas Médicos de la División de Hospitales del IMSS, los síntomas más comunes incluyen:
- Sensación de llenado rápido.
- Vómitos tras el consumo de alimentos.
- Eructos constantes.
- Dolor abdominal recurrente.
Si estos síntomas no se abordan a tiempo, pueden evolucionar hacia problemas más serios, como sangrado gastrointestinal, vómito con sangre o incluso el desarrollo de cáncer.
Factores de riesgo:
El IMSS identifica varios factores que pueden contribuir al desarrollo de la úlcera péptica:
- Consumo excesivo de alcohol.
- Hábito de fumar.
- Ingesta frecuente de alimentos irritantes.
- Estrés.
- Uso prolongado de analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco).
- La presencia de la bacteria Helicobacter pylori, que daña la mucosa gástrica y facilita la aparición de úlceras.
Diagnóstico y tratamiento:
El IMSS dispone de métodos diagnósticos como:
- Pruebas de sangre para detectar Helicobacter pylori.
- Endoscopias para localizar las lesiones.
- Estudios de rayos X con medios de contraste.
El tratamiento suele consistir en una combinación de antiácidos y antibióticos administrados durante dos a tres meses. En casos más graves, se puede requerir hospitalización y tratamiento intravenoso.
Prevención:
Para evitar esta enfermedad, el IMSS recomienda:
- Evitar la automedicación con analgésicos no prescritos.
- Mantener una dieta balanceada.
- Reducir el consumo de alcohol y tabaco.
- Manejar el estrés de manera efectiva.
Llamado a la acción:
El IMSS insta a la población, especialmente a los adultos jóvenes y personas en edad laboral (20 a 60 años), a priorizar su salud y buscar atención médica ante cualquier signo de alarma. La detección temprana y el tratamiento adecuado son clave para evitar que esta enfermedad afecte la calidad de vida y el rendimiento laboral.