Dos estudios realizados en el CNIC aportan información relevante sobre un nuevo factor de riesgo cardiovascular
A los conocidos factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión, el colesterol alto, la diabetes, la obesidad, el tabaquismo y la falta de ejercicio, se suma ahora un nuevo y relevante riesgo: la hematopoyesis clonal.
Este fenómeno, causado por mutaciones adquiridas en las células madre sanguíneas, ha sido identificado como una nueva causa de aterosclerosis, que es la base de la mayoría de las enfermedades cardiovasculares. Recientes estudios del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), presentados en el Congreso Europeo de Cardiología en Londres, podrían cambiar la forma en que prevenimos y tratamos las enfermedades cardiovasculares con un medicamento económico de solo 5 euros: la colchicina.
El equipo de investigación comenzó a explorar la hematopoyesis clonal al descubrir que estas mutaciones, que inicialmente se estudiaron como factores de riesgo para leucemias, están relacionadas con una mayor mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Aproximadamente un 6% de las personas sanas de entre 40 y 50 años presentan estas mutaciones, y su frecuencia aumenta con la edad, superando el 20% en mayores de 65 años, según los estudios publicados en Nature Medicine y European Heart Journal. Aunque estas mutaciones pueden identificarse con estudios de secuenciación de ADN, no se recomienda actualmente su uso clínico por la falta de estrategias preventivas validadas. Sin embargo, los resultados del estudio podrían sentar las bases para desarrollar nuevas estrategias de medicina personalizada y realizar ensayos clínicos, con la colchicina como un tratamiento prometedor.
José Javier Fuster, investigador del CNIC, admite que podrían existir factores que causen o aceleren el desarrollo de mutaciones relacionadas con la hematopoyesis clonal y la aterosclerosis, aunque aún no se han identificado. A pesar de ello, el estudio muestra que la hematopoyesis clonal es una nueva causa de aterosclerosis a considerar. Miriam Díez-Díez agrega que las mutaciones asociadas a la hematopoyesis clonal parecen preceder y contribuir al desarrollo de la aterosclerosis, aunque otros factores como la genética y el estilo de vida también podrían influir. Estas posibilidades serán investigadas en futuros estudios.
El estudio en European Heart Journal explora el uso de la colchicina, un fármaco antiinflamatorio de origen vegetal con una larga historia en medicina tradicional, como una posible intervención terapéutica para mitigar los efectos adversos de las mutaciones en el gen TET2, comúnmente asociadas con la hematopoyesis clonal. La colchicina podría reducir significativamente la inflamación y el riesgo de aterosclerosis en personas con estas mutaciones, como lo demostraron estudios en modelos animales y análisis en el Broad Institute de Boston. Estos estudios sugieren que la colchicina podría ser efectiva para prevenir el riesgo cardiovascular en personas con hematopoyesis clonal.
Mª Ángeles Zuriaga destaca que el hallazgo más relevante es que la colchicina es un medicamento barato y accesible, aprobado por la Agencia Europea del Medicamento y la FDA para la prevención de enfermedades cardiovasculares, lo que facilitaría su uso para este propósito. No obstante, Fuster señala que aún no hay marcadores eficaces para identificar a los pacientes que se beneficiarían más de la colchicina, aunque las mutaciones en TET2 podrían servir como tales. Esto podría facilitar el uso de la colchicina en la prevención de enfermedades cardiovasculares, a pesar de que su uso en este contexto todavía no es generalizado.
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