La carga global y el número de muertes por hongos han aumentado sustancialmente durante la última década, según una nueva investigación.
El estudio estima que las infecciones por hongos ayudan a matar a casi 4 millones de personas anualmente, casi el doble de la cantidad estimada por investigaciones similares en 2012.
Las coinfecciones como el VIH y la tuberculosis, una Se cree que la falta de pruebas de diagnóstico rápidas y confiables y la creciente resistencia a los antimicóticos son los principales contribuyentes a estas muertes.
La nueva investigación es realizada por David Denning, un investigador de infecciones fúngicas de la Universidad de Manchester en el Reino Unido. Hace más de una década, Denning y sus colegas realizaron un revisar de los datos disponibles sobre la morbilidad y mortalidad global de las infecciones por hongos, en particular las infecciones que pueden causar enfermedades graves al invadir sistémicamente nuestros cuerpos. En aquel entonces, se estimaba que los hongos causaban o contribuían directamente a la muerte de aproximadamente 2 millones de personas cada año.
En este último artículo, publicado La semana pasada en The Lancet Infectious Diseases, Dennings intentó evaluar cuán comunes y mortales fueron estas infecciones entre 2019 y 2021. Por eso, revisó docenas de artículos publicados entre 2010 y 2023 y, en última instancia, analizó datos recopilados de más de 120 países.
Dennings ahora estima que cada año se producen en todo el mundo 6,5 millones de infecciones fúngicas invasivas y 3,8 millones de muertes relacionadas con hongos. También calculó que alrededor de 2,5 Millones de estas muertes son directamente atribuibles a los hongos. Para tener algunos antecedentes adicionales, una revisión reciente estimó que las enfermedades infecciosas en su conjunto causar o contribuir a aproximadamente 14 millones de muertes anualmente.
Mientras que las personas enferman habitualmente por virus y bacterias, los hongos suelen ser menos adecuados para infectarnos. La mayoría de las especies no pueden vivir por mucho tiempo dentro de nuestros cuerpos cálidos, y nuestros sistemas inmunitarios usualmente son muy capaces de resistir la infección por hongos. Pero en las últimas décadas, varios factores han hizo que estas infecciones sean más comunes. Los nuevos medicamentos han permitido a las personas vivir con órganos donados o sobrevivir a condiciones que alguna vez fueron fatales, pero a un costo. de una respuesta inmune debilitada, por ejemplo. Algunos científicos también especular que el cambio climático ha ayudado a algunas especies de hongos, comocandida auris, evolucionan para volverse tolerantes al calor, lo que luego les facilita infectar a los humanos.
Las muertes relacionadas con hongos que ocurren hoy en día a menudo están relacionadas con otros problemas de salud, señala Dennings. Por ejemplo, estima que más de 2 millones de personas al año Casos y 1,8 millones de muertes por aspergilosis invasiva (infecciones de Aspergilo Los hongos que típicamente afectan los pulmones ocurren en personas que luchan contra la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cáncer de pulmón o de sangre, infección por tuberculosis, o que se encuentran en cuidados intensivos. También se estima que las infecciones por hongos en general contribuyen a casi la mitad de las 600.000 muertes que aún suceden cada año debido al VIH/SIDA mal controlado. Y es posible que el recuento de Denning esté subestimado, ya que no analizó Posible impacto de la pandemia de covid-19, que se sabe, ha ayudado a provocar grandes brotes de gérmenes hongos dentro de los hospitales más afectados.
Muchas de estas muertes podrían haberse evitado si los médicos hubieran sido mejores en reconocer de manera proactiva las enfermedades fúngicas, dice Dennings. Pero los diagnósticos actuales a menudo fallan detectar estas infecciones incluso cuando los médicos sospechan su presencia, añade. También tenemos relativamente pocos medicamentos antimicóticos disponibles, y algunos gérmenes tienen Aprendí rápidamente cómo vencer estos tratamientos.
Los científicos están trabajando en el desarrollo de nuevos medicamentos y otras vías de prevención, como vacunas. Pero Dennings dice que hay pruebas más precisas y fácilmente disponibles. También son necesarios para ayudar a contener la creciente amenaza fúngica para la humanidad.
