La Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos ha anunciado una medida histórica para la protección de la salud pública: la prohibición total del tricloroetileno (TCE) y el percloroetileno (PCE), dos químicos industriales con graves riesgos para la salud, incluidos varios tipos de cáncer y daños a otros sistemas corporales.
El TCE, presente en desengrasantes, productos de cuidado de muebles y en la reparación de automóviles, se ha vinculado con cánceres de hígado, riñón y linfoma no Hodgkin, además de causar daño al sistema nervioso central, los órganos reproductivos y defectos cardíacos fetales. Por su parte, el PCE, utilizado en limpieza en seco y talleres mecánicos, está asociado con cánceres cerebrales, testiculares, hepáticos y renales, y también provoca toxicidad neurológica y daño al sistema inmunológico.
La decisión subraya el compromiso del presidente Joe Biden de reforzar las regulaciones ambientales antes del final de su mandato en enero de 2025. Michal Freedhoff, subdirectora de Seguridad Química de la EPA, destacó la inaceptabilidad de continuar utilizando estos químicos cuando existen alternativas más seguras y eficaces. La prohibición tendrá un impacto significativo en industrias como la automotriz y la limpieza en seco, donde estos productos han sido comúnmente utilizados durante décadas. La EPA ha señalado que las empresas pueden reemplazar el TCE y el PCE sin incurrir en altos costos.