Un nuevo estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition sugiere que las personas que reemplazan el azúcar con edulcorantes artificiales en sus alimentos y bebidas pueden sentirse atraídas por otros alimentos no saludables, lo que reduce la calidad general de su dieta.
El estudio, que siguió las dietas de casi 164,000 personas con una edad promedio de 53 años, encontró que a medida que aumentaba la ingesta de edulcorantes artificiales, la calidad de la dieta disminuía. Los participantes que consumían más edulcorantes artificiales tendían a consumir menos frutas y verduras y más alimentos procesados.
La autora principal, Allison Sylvetsky, profesora asociada en la Universidad George Washington, explicó que, aunque los edulcorantes se utilizan para reemplazar el azúcar, los consumidores de productos con edulcorantes artificiales también tienden a consumir más alimentos ricos en grasas saturadas, sodio y azúcar añadido. Además, aquellos que consumían más de cuatro porciones al día de edulcorantes artificiales tenían un 43% más de probabilidades de tener una dieta de baja calidad en comparación con los que no los utilizaban.
Los investigadores concluyen que los consumidores de edulcorantes no nutritivos tienen, en promedio, una dieta de menor calidad, lo que podría contrarrestar los beneficios de sustituir el azúcar por edulcorantes artificiales.