El trauma infantil puede aumentar los riesgos para la salud durante toda la vida

Un estudio reciente advierte que la privación, negligencia y abuso durante la infancia pueden incrementar el riesgo de problemas de salud a largo plazo. 

“El estrés está relacionado con nueve de las diez principales causas de muerte en Estados Unidos hoy en día”, afirmó el Dr. George Slavich, investigador principal y director del Laboratorio de Evaluación e Investigación del Estrés en UCLA. “Es crucial que empecemos a tomar en serio esta estadística y comencemos a evaluar el estrés en todas las clínicas pediátricas y de adultos del país”.

Publicado en la revista *Brain, Behavior and Immunity*, el estudio analizó datos de más de 2,100 participantes de un estudio longitudinal financiado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento. Los investigadores examinaron diversos traumas infantiles reportados, como dificultades económicas, abuso, negligencia, mudanzas frecuentes, separación de los padres y dependencia de asistencia social.

Los participantes proporcionaron muestras para medir 25 biomarcadores de diferentes enfermedades y reportaron si habían sido diagnosticados con 20 afecciones de salud importantes. Los resultados indicaron que el riesgo de problemas de salud aumentaba con la cantidad de estrés infantil experimentado.

Además, los efectos del estrés variaron entre hombres y mujeres. El estudio halló que el estrés infantil tendía a afectar más el metabolismo en las mujeres, mientras que el abuso emocional y la negligencia tenían un impacto más significativo en la salud de los hombres, particularmente en trastornos sanguíneos, problemas de salud mental y conductual, y problemas de tiroides.

Estos hallazgos subrayan la necesidad de incorporar el historial de estrés en los expedientes médicos para un mejor seguimiento del riesgo de problemas de salud futuros, destacó Slavich. 

“La mayoría de las personas que han experimentado estrés o trauma significativo en la infancia nunca son evaluadas”, comentó Slavich en un comunicado de prensa de UCLA. “Estos resultados subrayan la importancia crítica de la detección del estrés en entornos clínicos y promueven un enfoque más personalizado, basado en el sexo y el perfil de estrés específico de cada paciente”.