Un estudio reciente ha demostrado que los mensajes de texto y otros comentarios en línea pueden ser efectivos para prevenir la obesidad en niños muy pequeños. Los investigadores encontraron que aquellos niños cuyas familias recibían retroalimentación electrónica sobre hábitos alimenticios, actividad física y tiempo de juego mantenían una curva de crecimiento de peso más saludable durante sus primeros dos años.
La Dra. Eliana Perrin, investigadora principal y profesora de atención primaria en las Facultades de Medicina, Enfermería y Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins, expresó su entusiasmo por el estudio, destacando que lograron prevenir que estos niños alcanzaran un peso poco saludable desde el principio, preparándolos para una mejor salud en el futuro.
Los investigadores señalaron que aproximadamente uno de cada cinco niños en edad escolar era obeso en 2017-2018, y se anticipa que estas cifras han aumentado desde la pandemia. En un estudio previo, Perrin y su equipo descubrieron que la consejería clínica mejoraba el crecimiento saludable en recién nacidos hasta los 18 meses, pero no hasta los 2 años, probablemente porque las visitas al pediatra se vuelven menos frecuentes después del primer año.
Con esto en mente, crearon un estudio de seguimiento que utilizaba tecnología digital para continuar brindando asesoramiento sobre salud y dieta a los nuevos padres, incluso cuando ya no asistían a consultas médicas. Perrin comentó que los padres estaban interesados en recibir más información para ayudar a sus hijos a crecer sanos, y que la mayoría contaba con teléfonos inteligentes.
Para el estudio, los investigadores reclutaron a casi 900 parejas de padres e hijos entre octubre de 2019 y enero de 2022. Todos los bebés tenían al menos 21 días, habían nacido a término, tenían un peso saludable y no presentaban problemas de salud crónicos que pudieran contribuir al aumento de peso.
Todos los padres recibieron asesoramiento clínico, pero la mitad también recibió mensajes de texto personalizados y automatizados que promovían comportamientos saludables, como reducir el consumo de bebidas azucaradas y el tiempo frente a pantallas. Estos mensajes, en inglés o español, se enviaban cada dos semanas hasta que los niños cumplieron 2 años. Además, los padres que recibieron los mensajes tenían acceso a un tablero en línea para rastrear sus objetivos saludables.
A los 2 años, solo un 7 por ciento de los niños del grupo que recibió mensajes de texto eran obesos, en comparación con casi un 13 por ciento del grupo que solo recibió asistencia clínica, lo que representa una reducción relativa del 45 por ciento. Este estudio, publicado el 3 de noviembre en el Journal of the American Medical Association y presentado en la reunión anual de la Sociedad de la Obesidad en San Antonio, podría ser pionero en la prevención de la obesidad infantil temprana, según Perrin.
Los mensajes de texto tuvieron un efecto más pronunciado en los niños con mayor riesgo de obesidad, incluidos aquellos que vivían en hogares con inseguridad alimentaria, así como en niños negros e hispanos, y en aquellos cuyos padres tenían menos conocimientos sobre salud. Perrin concluyó que prevenir la obesidad en estos grupos de alto riesgo podría contribuir a una mejor equidad en la salud en el futuro.