El Desplazamiento del Sexoservicio: De las calles a las redes sociales en Monclova

Mientras el paisaje urbano cambia, el impacto de estas transformaciones sigue resonando en la comunidad.

Monclova ha sido testigo de una transformación inesperada en el ámbito del sexoservicio, un fenómeno que refleja un cambio significativo en las dinámicas laborales de la zona. La venta de servicios sexuales, que solía florecer en áreas específicas como la zona hotelera conocida como "Las Mesetas" en el corazón de la ciudad, ha migrado casi por completo a las redes sociales, principalmente a Facebook.

Tiempos atrás, “Las Mesetas”, una vez bulliciosa y llena de vida, ha visto cómo su actividad se desvanece. Las calles que antes estaban adornadas con la presencia de sexoservidoras ahora se encuentran desoladas. Esta transición ha sido impulsada por un cambio en el comportamiento de quienes ejercen esta profesión, que ahora prefieren promocionarse a través de plataformas en línea, en lugar de mantenerse en los lugares tradicionales de trabajo.

Celeste Armendáriz, una figura conocida en el ámbito del sexoservicio, describe cómo la competencia solía ser feroz en "Las Mesetas" y las cantinas de la Zona Centro. Las trabajadoras del “tacón dorado” eran comunes y su presencia en el área era notable. Sin embargo, la tendencia ha cambiado y ahora muchas de sus compañeras han optado por un método de trabajo más discreto y autónomo utilizando las redes sociales.

El grupo de citas más popular en Facebook, conocido como “Citas Monclova y Frontera”, se ha convertido en el principal canal para estos anuncios. En él, las sexoservidoras promocionan sus servicios con descripciones como “Disponible con lugar, 30 años, rellenita, precios accesibles”. Este cambio ha tenido un impacto considerable en los moteles locales, ya que las trabajadoras ahora ofrecen la opción de recibir a los clientes en sus propios lugares o visitar el domicilio del cliente, eliminando la necesidad de rentar habitaciones.

Por otro lado, los inspectores de alcoholes han señalado una preocupación importante: la promoción y contratación de servicios sexuales a través de redes sociales ha dificultado el control sanitario. Mientras que las trabajadoras identificadas que operan en zonas conocidas cumplen con los requisitos y controles sanitarios, las que trabajan en línea a menudo eluden estos procesos. Esto significa que no solo se les niega el acceso a métodos de protección como preservativos, sino que también carecen de información esencial sobre enfermedades y riesgos asociados.

Celeste también ha expresado una inquietud adicional sobre las implicaciones familiares. Según su testimonio, algunas de sus compañeras que han migrado a las redes sociales exponen a sus hijos al peligro al citar a clientes en sus hogares. La situación es aún más grave cuando los menores están presentes durante las citas, lo que plantea serios riesgos tanto para ellos como para el entorno familiar en general.

El caso de Yosmi, una joven de 19 años, ilustra los peligros extremos que enfrentan aquellas que trabajan en el sector sin las medidas de seguridad adecuadas. Yosmi acudió a una cita en ciudad Frontera y trágicamente, su cliente le quitó la vida, subrayando los riesgos inherentes a la naturaleza de este trabajo y las amenazas que surgen cuando se opera en entornos no regulados.

Este cambio en la dinámica del sexoservicio en Monclova destaca una realidad compleja: la digitalización ha proporcionado una mayor autonomía a las trabajadoras del sexo, pero también ha generado nuevos desafíos en términos de seguridad, salud y bienestar. Mientras el paisaje urbano cambia, el impacto de estas transformaciones sigue resonando en la comunidad.