El riesgo de que un niño desarrolle asma puede reducirse casi a la mitad si su madre realiza ejercicio regularmente durante el embarazo, según un estudio reciente. Investigadores informaron en la edición del 9 de octubre de la revista Med que hacer ejercicio tres o más veces por semana mientras se espera un bebé disminuye el riesgo de asma infantil en aproximadamente un 46%.
Este nivel de protección es comparable al beneficio que se obtiene cuando uno de los padres deja de fumar durante el embarazo, reduciendo así la exposición del niño al humo del cigarrillo, señalaron los investigadores.
Estudios anteriores ya habían mostrado que los recién nacidos cuyas madres hacían ejercicio regularmente durante el embarazo tenían una mejor función pulmonar. Sin embargo, esta es la primera vez que se identifica una relación directa entre el ejercicio materno y el riesgo de desarrollar asma en los niños, comentó Emma-Reetta Musakka, investigadora principal y estudiante doctoral en la Universidad de Finlandia Oriental.
Para el estudio, se analizaron datos de casi 1,000 parejas de madres e hijos en Finlandia. A las madres se les preguntó sobre su actividad física durante el embarazo y la frecuencia con la que hacían ejercicio. Las actividades más comunes fueron caminar (34%), trotar (32%), entrenamiento de fuerza (29%) y clases grupales o ejercicios en casa (22%).
Los resultados mostraron que las madres cuyos hijos desarrollaron asma generalmente hacían ejercicio menos de tres veces por semana. Además, el beneficio de reducir el riesgo de asma persistía incluso después de considerar factores como el peso, el estrés, las enfermedades maternas, los hábitos de ejercicio familiar y la presencia de mascotas.
Musakka señaló que los hallazgos sugieren de manera convincente que el ejercicio materno tiene un impacto positivo independiente en la salud del feto y en el futuro desarrollo del niño. Por su parte, Pirkka Kirjavainen, investigadora principal del estudio, destacó que este descubrimiento ofrece una nueva forma de proteger a los niños del asma incluso antes de nacer. Añadió que hasta ahora, evitar el humo del cigarrillo durante el embarazo era la única manera conocida de reducir este riesgo, y es notable que el ejercicio moderado tenga un efecto protector similar.
Sin embargo, el estudio no encontró que aumentar la cantidad de ejercicio más allá de tres veces por semana proporcionara una mayor reducción del riesgo de asma.
Kirjavainen concluyó que estos hallazgos son prometedores para la prevención del asma, y que es alentador ver cómo el ejercicio moderado puede influir de manera significativa no solo en la salud de la madre, sino también en la de sus hijos.