Científicos del Centro Princesa Máxima de oncología pediátrica y del Instituto Hubrecht, ambos ubicados en Países Bajos, han logrado un avance significativo en la investigación neurológica al cultivar minicerebros tridimensionales a partir de tejido cerebral fetal humano.
Estos "minicerebros" representan una nueva frontera en la comprensión del desarrollo cerebral y ofrecen modelos excepcionales para estudiar enfermedades neurológicas, incluyendo tumores cerebrales.
El método tradicional de cultivar organoides cerebrales implicaba la inducción de células madre pluripotentes para formar estructuras cerebrales. Sin embargo, los investigadores descubrieron que utilizando pequeños trozos de tejido cerebral fetal, en lugar de células individuales, los minicerebros pueden autoorganizarse de manera más efectiva, alcanzando aproximadamente el tamaño de un grano de arroz.
El Dr. Hans Clevers, co-líder de la investigación, expresó su emoción: "Hasta ahora, pudimos obtener organoides de la mayoría de los órganos humanos, pero no del cerebro; es realmente emocionante que ahora también hayamos podido superar ese obstáculo".
Los organoides resultantes contienen varios tipos de células cerebrales, mantienen características específicas del tejido cerebral y pueden crecer en placas de laboratorio durante más de seis meses, permitiendo la multiplicación de organoides similares a partir de una muestra de tejido.
Estos minicerebros han demostrado ser excelentes modelos para estudiar el cerebro humano, ofreciendo características únicas, como la presencia de la glía radial externa, proteínas formadoras de matriz extracelular y la capacidad de responder a moléculas que dirigen su desarrollo. Además, los científicos han utilizado la técnica CRISPR-Cas9 para manipular genéticamente estos minicerebros y modelar tumores cerebrales, ofreciendo una herramienta valiosa para la investigación de fármacos anticancerígenos.
La Dra. Benedetta Artegiani, líder del grupo de investigación en el Centro Princesa Máxima, destacó la importancia del nuevo modelo cerebral derivado de tejido en la comprensión de cómo el cerebro en desarrollo regula la identidad de las células. Este avance no solo arroja luz sobre enfermedades neurológicas como la microcefalia, sino que también podría ser crucial para comprender y tratar el cáncer cerebral infantil y otras afecciones derivadas de desarrollos anómalos.
La investigación, publicada recientemente en la revista Cell, promete impulsar la investigación neurológica hacia nuevos horizontes, brindando herramientas más precisas y confiables para comprender y abordar las complejidades del cerebro humano.
