Un informe reciente del grupo de investigación sin fines de lucro Commonwealth Fund ha revelado que la esperanza de vida de las mujeres en Estados Unidos es la más baja en comparación con otros países de altos ingresos.
El estudio, que utiliza datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y de 13 naciones ricas, muestra una clara diferencia en la longevidad de las mujeres estadounidenses en comparación con sus pares internacionales.
En 2022, las mujeres en Estados Unidos vivieron, en promedio, dos años menos que las mujeres en el Reino Unido, el país con la segunda esperanza de vida más baja entre los analizados, y hasta siete años menos que en Corea del Sur y Japón, que reportaron las cifras más altas. Estos resultados destacan una preocupante disparidad en la salud y el bienestar de las mujeres en Estados Unidos.
El informe también mostró variaciones significativas en la esperanza de vida según el grupo étnico. Las mujeres blancas en Estados Unidos tienen una esperanza de vida promedio de 80 años, mientras que las mujeres asiáticas e hispanas viven, en promedio, 83 y 86 años, respectivamente. En contraste, las mujeres afroamericanas tienen una esperanza de vida promedio de aproximadamente 76.5 años, y las mujeres nativas de Alaska y las indígenas americanas viven alrededor de 71 años.
Los investigadores atribuyen estas cifras a varios factores, incluyendo una alta tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares y cáncer. También destacan la importancia de un estilo de vida saludable, una educación de calidad y el acceso a servicios de salud integrales para la longevidad.
En comparación con los países analizados, Estados Unidos presenta una de las tasas más bajas de acceso regular a atención médica y de otros servicios de salud. Además, tiene una de las tasas más altas de visitas a urgencias y de omisión de atención médica necesaria debido a su elevado costo. Este acceso limitado a atención médica de calidad es un factor clave en la baja esperanza de vida de las mujeres estadounidenses.
“El sistema de salud está fallando a las mujeres en muchos aspectos. Los sistemas sanitarios de otros países son realmente capaces de proteger a las mujeres, y Estados Unidos debería poder hacer lo mismo”, comentó Munira Gunja, una de las autoras principales del informe, según RT.