La mitad de los acuíferos de la entidad presentan algún grado de salinidad; no es el caso de las fuentes de abasto de Arteaga y Saltillo
Saltillo, Coahuila, MÁS- Debido a que no se cuenta con suficientes datos oficiales, actualmente es imposible cuantificar los volúmenes de agua con que cuenta la entidad, declaró el doctor Ramón Yosvanis Batista Cruz, experto en el tema.
Mucho menos se puede calcular el nivel de disponibilidad de manera regionalizada, como a veces se pretende, indicó el investigador de la Escuela Superior de Ingeniería “Lic. Adolfo López Mateos” de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC).
Lo que sí se ha detectado, expuso, es que la calidad del agua está comprometida, pues aproximadamente la mitad de los acuíferos del estado presentan algún grado de salinidad.
Afortunadamente, este no es el caso, por ejemplo, del agua del subsuelo de los municipios de la Serranía del Burro, de Arteaga, o del valle de Saltillo, indicó.
El entrevistado, quien actualmente opera en Nueva Rosita, Coahuila, agregó que la presencia de sales en los mantos freáticos no siempre se debe a la sobreexplotación de los mismos.
Refirió que el ciclo hidrológico no funciona igual que hace décadas, debido al cambio climático, así como al incremento demográfico y al abuso en el uso y consumo de los recursos naturales de que se dispone.
El académico recapituló una de sus conclusiones plasmadas en un reciente artículo, relativa a que las condiciones climáticas adversas que prevalecen en el noreste de México, que incluyen la falta de precipitaciones pluviales, particularmente en Coahuila, impiden la eficiente carga de acuíferos.
De estas estructuras hidrogeológicas, 28 están en territorio coahuilense, tanto en valles como en montañas, expuso, para enseguida destacar que “los acuíferos de Coahuila son los responsables de que hoy tengamos agua” para usos habituales.
“Sin embargo, estudios hidroquímicos desarrollados hasta el momento indican que el 50 por ciento de los acuíferos sufren de algún fenómeno de salinidad”, observó.
Mientras tanto, “no pocos están siendo sobreexplotados, y en algunos de ellos, incluso, hay reportes de concentraciones anómalas de metales pesados que, aunque de origen natural, no minimizan el problema”.
Al respecto, Batista Cruz explicó a MÁS que las sales del agua extraída no siempre son un indicativo de que los mantos se están agotando, pues estos elementos suelen encontrarse en capas geológicas con restos marinos de millones de años.