La comida callejera en México es un emblema de su identidad cultural y gastronómica, ofreciendo una amplia gama de delicias como tacos, quesadillas, elotes y sopes. Sin embargo, un estudio reciente realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha resaltado los riesgos sanitarios que estos alimentos pueden representar si no se manejan con los cuidados apropiados.
El profesor Enrique Jesús Delgado Suárez, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, advierte que la falta de regulación en los puestos de comida callejera puede facilitar la aparición de enfermedades transmitidas por alimentos (ETAs), que afectan la salud pública y pueden tener consecuencias graves.
En colaboración con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el estudio identifica tres tipos principales de riesgos asociados:
- Infecciones: Causadas por bacterias y virus presentes en los alimentos, como la salmonelosis y la hepatitis A.
- Intoxicaciones: Provocadas por toxinas bacterianas, mohos y sustancias químicas que pueden estar en los alimentos sin ser detectadas por su sabor o apariencia.
- Envenenamiento por toxinas: Aunque los microorganismos causantes desaparezcan, las toxinas dejadas pueden seguir afectando al organismo.
Entre las enfermedades comunes que se pueden contraer al consumir comida callejera sin las debidas condiciones de higiene se incluyen el cólera, la fiebre tifoidea, la gastroenteritis y la hepatitis A. Además, los parásitos, como los causantes de ascariasis y teniasis, también pueden transmitirse a través de alimentos mal cocinados o contaminados.
¿Cómo protegerse al disfrutar de los antojitos callejeros?
Ante estos riesgos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha proporcionado recomendaciones clave para reducir la probabilidad de contraer enfermedades. Entre las principales sugerencias se encuentran:
- Evitar mezclar alimentos crudos y cocidos: Esto previene la contaminación cruzada de bacterias.
- Lavarse las manos antes de comer: Un hábito crucial, especialmente en ambientes públicos.
- Verificar que los alimentos estén refrigerados adecuadamente: La refrigeración adecuada previene el crecimiento bacteriano.
- Elegir puestos que aparenten ser higiénicos: Los vendedores que usan guantes, utensilios limpios y mantienen su área de trabajo ordenada son una opción más segura.
Según el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, en el último año se registraron más de 3 millones de casos de infecciones intestinales y más de 23 mil casos de intoxicaciones alimentarias en México, lo que subraya la importancia de seguir estas recomendaciones.
La gastronomía callejera mexicana es no solo un placer para locales y turistas, sino también una fuente de ingresos para muchas familias. Con la implementación de mejores prácticas de higiene y un control más riguroso de los protocolos de salud, es posible lograr un balance entre el sabor y la seguridad alimentaria.