Comer sano en primeros años de vida, mejora la memoria en la adultez

La conexión entre nuestra dieta y nuestra salud mental a lo largo de la vida podría ser más significativa de lo que pensamos. Un estudio reciente realizado en el Reino Unido sugiere que mantener una dieta equilibrada durante la infancia y la mediana edad puede ser crucial para conservar las capacidades cognitivas en la vejez.

Este estudio, basado en la Cohorte Británica de Nacimientos de 1946, ha seguido a más de 3,000 personas durante casi siete décadas. A lo largo del tiempo, los investigadores han examinado sus dietas, capacidades cognitivas y otros factores en diferentes etapas de sus vidas, desde los 4 hasta los 70 años.

Los hallazgos, presentados en la conferencia anual de la Sociedad Americana de Nutrición en Chicago, subrayan la importancia de los hábitos alimenticios tempranos para preservar la salud cognitiva.

Beneficios de una dieta saludable a lo largo de la vida

Los resultados del estudio indican que las personas que consumieron más verduras, frutas, legumbres y cereales integrales, y evitaron alimentos altos en sodio, azúcares añadidos y cereales refinados, obtuvieron mejores resultados en pruebas cognitivas con el tiempo.

Entre aquellos con habilidades cognitivas altas, el 36% había mantenido una dieta de alta calidad, en contraste con solo el 8% que seguía una dieta de baja calidad. En cambio, entre los que mostraron capacidades cognitivas más bajas, el 58% había tenido una dieta de baja calidad durante su vida.

Kelly Cara, investigadora de nutrición en la Universidad de Tufts y una de las autoras del estudio, comentó: "Esto sugiere que la alimentación en las primeras etapas de la vida puede influir en nuestras decisiones alimentarias posteriores, y que los efectos acumulativos de la dieta a lo largo del tiempo están relacionados con el deterioro de nuestras capacidades cognitivas generales".

No obstante, todavía no está claro si este impacto se debe a la formación temprana de hábitos saludables o a un impulso inicial en la cognición proporcionado por una buena nutrición que se mantiene a lo largo del tiempo.