Tras el cierre de una planta en Carolina del Norte que produce el 60% de los fluidos intravenosos del país, debido a los daños causados por el huracán Helene, las autoridades de salud de EE. UU. han activado la Ley de Producción de Defensa para acelerar su reconstrucción. La escasez de estos líquidos ha empeorado, lo que ha llevado a los hospitales a posponer cirugías y procedimientos.
Un funcionario del Departamento de Salud y Servicios Humanos subrayó la importancia de garantizar el suministro de productos médicos y explicó que están colaborando con Baxter para limpiar y restaurar la planta, además de recurrir a la Ley de Producción de Defensa para reactivar la producción lo antes posible. Mientras tanto, la FDA ha permitido a Baxter importar fluidos desde sus otras plantas internacionales y se han acelerado los planes para transportar suministros adicionales por aire.
Los hospitales han sido instados a conservar los líquidos intravenosos, y algunos sistemas de salud han informado que, aunque no enfrentan una escasez aguda, están gestionando cuidadosamente sus existencias. La Administración de Salud de Veteranos también está monitoreando la situación y optimizando el uso de los suministros.
Esta no es la primera vez que se invoca la Ley de Producción de Defensa para abordar la escasez de suministros médicos, ya que se utilizó anteriormente durante la pandemia para producir hisopos, ventiladores y vacunas. Los fluidos intravenosos son cruciales para pacientes en diálisis, bebés prematuros y aquellos que dependen de la alimentación intravenosa.
Aunque Baxter no ha indicado cuándo la planta reanudará completamente sus operaciones, se espera que la producción comience en fases a finales de año. La prioridad actual es la reparación de un puente cercano para permitir la distribución de productos no dañados.
El director ejecutivo de Baxter, José Almeida, afirmó que no escatimarán recursos para reiniciar las operaciones y garantizar el suministro de productos necesarios. La escasez de estos fluidos afecta a pacientes con sepsis y aquellos en diálisis, ya que los líquidos formulados para ayudar a limpiar la sangre son esenciales en su tratamiento.
La situación ha puesto en evidencia la fragilidad de la cadena de suministro de productos médicos en EE. UU. La pandemia y, más recientemente, los daños causados por un tornado en una planta de Pfizer en 2023, han expuesto vulnerabilidades críticas. Muchos productos involucrados en esta escasez son de bajo costo y rentabilidad, lo que dificulta la entrada de nuevos fabricantes. Expertos han advertido que no ha habido suficiente inversión en la resiliencia de estas cadenas de suministro, a pesar del creciente riesgo de tormentas más intensas en nuevas regiones del país.