La tos ferina ha alcanzado su nivel más alto en una década en Estados Unidos, según las autoridades de salud.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el incremento de casos en 2024 es el más significativo desde 2014. En ese año, se registraron 21,800 casos de tos ferina, mientras que hasta ahora en 2024 se han reportado 18,506 casos.
Los expertos en salud indican que es normal que la tos ferina presente picos cada tres a cinco años; sin embargo, los funcionarios estatales expresan su preocupación por el elevado número de casos. Por ejemplo, en Wisconsin se reportaron solo 51 casos el año pasado, mientras que en 2024 ya se han notificado al menos 1,000.
Los síntomas iniciales de la tos ferina incluyen resfriado, secreción nasal y otros síntomas comunes que luego evolucionan a una tos prolongada, la cual se puede tratar con antibióticos. Esta enfermedad afecta principalmente a bebés y niños pequeños, quienes corren el riesgo de desarrollar complicaciones graves. Además, la CDC ha señalado que ha habido una disminución en las tasas de vacunación en jardines de niños, con un aumento en las exenciones de vacunación.