Atención a los riesgos del uso excesivo del aire acondicionado

Durante el verano, el aire acondicionado se convierte en una herramienta esencial para combatir el calor extremo. No obstante, su uso incorrecto puede acarrear riesgos para la salud, especialmente si no se mantiene adecuadamente.

El doctor Borja Valencia, jefe del servicio de Neumología en los hospitales HM Málaga y HM Santa Elena en Torremolinos, advierte que el aire acondicionado puede tener efectos negativos significativos en la salud si no se utiliza correctamente, sobre todo en personas mayores. “Entre los problemas más frecuentes están las infecciones respiratorias, las alergias y los problemas de asma,” señala el doctor.

Por su parte, la doctora Sandra Dorado, coordinadora del área de Enfermedades Respiratorias de Origen Ocupacional y Medioambiental (EROM) en la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), añade que el aire acondicionado también puede causar migrañas, fatiga, piel seca, sequedad ocular y contracciones musculares, entre otros problemas.

Complicaciones asociadas

La exposición prolongada al aire acondicionado puede secar las vías respiratorias, facilitando la entrada y proliferación de virus y bacterias. “Es común observar un aumento en los casos de faringitis, sinusitis y otras infecciones respiratorias durante el verano debido a esto,” destaca el doctor Valencia.

Además, para quienes padecen asma o alergias, el aire acondicionado puede desencadenar episodios agudos y agravar los síntomas al dispersar polvo, ácaros y otros alérgenos presentes en los filtros del sistema. Por ello, es crucial mantener los filtros limpios y realizar un mantenimiento regular.

La doctora Dorado explica que el aire acondicionado también provoca frío y reduce la humedad del aire, lo que puede afectar las vías respiratorias y causar mayor sensación de deshidratación y sequedad. Entre las infecciones respiratorias más comunes asociadas al aire acondicionado está la legionelosis, especialmente si el sistema utiliza agua en su circuito. La doctora recomienda limpiar y desinfectar los tanques de agua de forma periódica (dos veces al año) y permitir que el dispositivo se ventile antes de su uso tras un periodo de inactividad.

Precauciones para personas mayores

En verano, es fundamental prestar atención especial a las personas mayores para minimizar los riesgos asociados al aire acondicionado. El doctor Valencia explica que los ancianos son particularmente sensibles a los cambios bruscos de temperatura. “El cambio de un ambiente cálido al aire acondicionado frío puede causar problemas circulatorios y respiratorios en los mayores, por lo que se recomienda ajustar la temperatura a niveles moderados y evitar la exposición directa al flujo de aire frío,” aconseja el especialista.

La doctora Dorado también destaca la necesidad de tener cuidado con los grupos vulnerables, como los ancianos, los niños y los pacientes con patologías respiratorias crónicas, ya que los efectos negativos pueden ser más intensos y provocar problemas más graves.

Uso del aire acondicionado en vehículos

En cuanto al aire acondicionado en vehículos, el doctor Valencia advierte que los cambios abruptos de temperatura al entrar o salir de un coche pueden ser perjudiciales, especialmente para los ancianos y los niños. Además, la acumulación de microorganismos en los sistemas de aire de los coches puede ser una fuente de infecciones. “Es importante ventilar el vehículo bajando las ventanillas antes de encender el aire acondicionado y realizar un mantenimiento regular del sistema,” recomienda el especialista.

La doctora Dorado sugiere que el flujo directo de aire puede empeorar la sequedad de las mucosas y provocar contracciones musculares. “Es aconsejable ajustar la dirección del aire y mantener una temperatura óptima de aproximadamente 24°C,” añade la experta.

Recomendaciones

El especialista de HM Hospitales recomienda mantener una temperatura moderada entre 24 y 26 grados Celsius, evitar el flujo directo de aire sobre las personas y aumentar la hidratación para contrarrestar la sequedad ambiental. Una diferencia de temperatura superior a 12°C con respecto al exterior se considera poco saludable. Durante la noche, se sugiere que la temperatura no sea inferior a 25°C para evitar irritaciones en la mucosa respiratoria. Además, es importante que la diferencia de temperatura entre el nivel del suelo y la cabeza no exceda los 3°C, y mantener la humedad del aire entre el 30% y el 70%.

Para mejorar la humedad del aire, se recomienda ventilar los espacios con aire exterior periódicamente durante 5-10 minutos y mantenerse bien hidratado. Los ventiladores también pueden ser una alternativa efectiva, ya que el movimiento del aire favorece la evaporación de la humedad en la piel y puede reducir la sensación térmica en 3-5°C, proporcionando una mayor sensación de bienestar.