La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha aprobado la comercialización de un nuevo medicamento: enzalutamida en cápsulas para tratar el cáncer de próstata. Esta autorización marca un avance significativo en el manejo del cáncer de próstata metastásico, una condición que afecta a miles de hombres en México cada año.
La enzalutamida es un fármaco que bloquea los receptores de andrógenos en las células cancerosas, evitando que estas reciban el estímulo necesario para crecer y multiplicarse. Este mecanismo es crucial, dado que el cáncer de próstata se desarrolla bajo la influencia de hormonas masculinas como la testosterona. Al bloquear estos receptores, la enzalutamida ralentiza la progresión de la enfermedad, ofreciendo nuevas esperanzas a los pacientes con una de las formas más agresivas del cáncer de próstata.
Hasta ahora, la enzalutamida se comercializaba en forma de tabletas en México, pero el reciente registro sanitario de Cofepris permite ahora su distribución en cápsulas, una presentación que podría resultar más conveniente para algunos pacientes.
Esta nueva aprobación se suma a los 20 medicamentos autorizados por Cofepris durante la primera quincena de julio, según el Informe quincenal de ampliación terapéutica. Este hecho destaca el compromiso de la autoridad sanitaria por diversificar y mejorar las opciones de tratamiento disponibles en el país.
El cáncer de próstata sigue siendo una de las principales causas de muerte entre los hombres en México. Cada año se diagnostican más de 25,000 nuevos casos, y más de 7,500 hombres fallecen debido a esta enfermedad. A pesar de los avances médicos, el cáncer de próstata continúa siendo un desafío significativo debido a su desarrollo insidioso y, en muchos casos, a la detección tardía.
Este tipo de cáncer se origina en la próstata, una glándula pequeña en forma de nuez que produce el líquido seminal, el cual nutre y transporta los espermatozoides. Aunque la mayoría de los casos de cáncer de próstata crecen lentamente y pueden no causar síntomas graves en sus primeras etapas, en algunos hombres, la enfermedad puede ser más agresiva y diseminarse rápidamente a otras partes del cuerpo, como huesos y ganglios linfáticos.
Los síntomas comunes incluyen dificultades para orinar, necesidad frecuente de orinar, especialmente por la noche, dolor o ardor al orinar, y sangre en la orina o el semen. Sin embargo, estos síntomas pueden no aparecer hasta que la enfermedad esté avanzada, por lo que las pruebas de detección temprana, como el antígeno prostático específico (PSA), son fundamentales para un diagnóstico oportuno.