¿Qué pasa en tu organismo a las 72 horas de dejar de fumar?

Dejar de fumar es una de las mejores decisiones que uno puede tomar para mejorar su calidad de vida, ya que los beneficios son muchos y a corto plazo. Desde el primer minuto, los efectos se hacen notar y se extienden a largo plazo.

Después de 72 horas sin fumar, el cuerpo comienza a recuperar su capacidad para oxigenar la sangre. Esto significa que los niveles de oxígeno aumentan en los tejidos, lo que genera una mayor resistencia y una mejora en el rendimiento físico. La presión arterial y la frecuencia cardíaca bajan de manera significativa, y el riesgo de enfermedades cardiovasculares se reduce considerablemente.

Además, comienza a mejorar la respiración y los pulmones recuperan su capacidad para limpiarse a sí mismos. Esto es especialmente notorio en los primeros meses después de dejar de fumar, cuando los niveles de dióxido de carbono se reducen y los de oxígeno aumentan. Los síntomas de abstinencia física también se reducen considerablemente.

Ya pasadas dos semanas, ya se nota una mejora significativa en la salud cardiovascular, al disminuir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Después de un mes, el riesgo de padecer cáncer de pulmón se reduce y a los dos meses, los pulmones recuperan el 75% de su capacidad original. Pasado un año, el riesgo de sufrir un infarto se reduce a un tercio y la expectativa de vida aumenta.

Dicho esto, dejar de fumar es una decisión que no conlleva solo beneficios para la salud, sino también para el bolsillo. El ahorro económico que supone no comprar cigarrillos es significativo. Además, el tabaco es una droga muy adictiva, por lo que el hecho de no consumirla supone no estar sujeto a su control.

También hay beneficios sociales a la hora de dejar de fumar. El humo del tabaco no solo afecta al fumador, a los que están a su alrededor, esto quiere decir que, al dejar de fumar, se evita la exposición al humo de segunda mano.

Así mismo, el ambiente se hace más agradable y los olores y sabores del tabaco desaparecen. Tomar la decisión de dejar de fumar no es fácil, sin embargo, los beneficios para la salud, el bolsillo y el entorno no tienen precio. Al principio, los síntomas de abstinencia pueden ser duros, pero con perseverancia y ayuda médica, se puede lograr.