Aunque los investigadores aún están tratando de comprender cómo se desarrolla la enfermedad de Alzheimer, han encontrado que mantener niveles adecuados de colesterol "bueno" o HDL, puede ser de gran utilidad para proteger contra esta enfermedad.
En un estudio reciente, realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad del Sur de California, se descubrió una cantidad mayor de diminutas partículas de colesterol bueno en el líquido cefalorraquídeo, se vincula con dos marcadores que ayudan a proteger contra la enfermedad de Alzheimer.
Esta patología afecta a los adultos mayores, principalmente, y se trata de una condición debilitante en la que quienes la padecen se vuelven olvidadizos y pierden la capacidad de ejecutar acciones cotidianas.
El Alzheimer no tiene cura y los esfuerzos científicos se están enfocando por ahora en comprender por qué ocurre para después encontrar tratamientos efectivos.
El colesterol bueno y el Alzheimer
De acuerdo al doctor Hussein Yassine, profesor de medicina de la Escuela de Medicina Keck, en Los Ángeles y coautor del estudio, esta es la primera vez que un estudio ha contado los niveles de colesterol bueno en el líquido cefalorraquídeo humano.
En el estudio se contó la cantidad de colesterol bueno en el líquido cefalorraquídeo de 180 personas sanas con una edad promedio de 77 años.
Estas personas obtuvieron un mejor desempeño en la realización de pruebas de memoria y habilidades de pensamiento.
141 de las 180 personas voluntarias completaron las pruebas, pero quienes tenían más colesterol bueno en el líquido cefalorraquídeo obtuvieron mejores puntajes.
El segundo indicador de protección fue el de un nivel más alto del péptido amiloide beta 42, este se relaciona con el Alzheimer cuando se pliega erróneamente y se agrupa en las neuronas, pero un nivel más alto en el cerebro y columna vertebral se ha relacionado con un riesgo menor de Alzheimer.
El estudio indica que el colesterol bueno puede ser señalador del camino a seguir para tratar la enfermedad de manera temprana, antes de la aparición del deterioro cognitivo.
Los signos tempranos de la enfermedad incluyen el olvido de eventos o conversaciones recientes. A medida que la enfermedad progresa, una persona con enfermedad de Alzheimer presentará un grave deterioro de la memoria y perderá la capacidad para llevar a cabo las tareas cotidianas.
