La preeclampsia, una complicación del embarazo que afecta al ocho por ciento de las gestaciones a nivel mundial y representa una amenaza grave tanto para las madres como para los fetos, podría estar un paso más cerca de ser tratada eficazmente.
Investigadores de la Universidad Western y Brown han logrado un avance innovador al identificar una posible causa fundamental de la preeclampsia y una terapia potencial que podría revolucionar el tratamiento de esta enfermedad.
La preeclampsia, que se caracteriza por hipertensión arterial, exceso de proteína en la orina y restricción del crecimiento fetal, ha sido durante mucho tiempo un enigma médico. Hasta ahora, se desconocía su causa fundamental, lo que dificultaba la búsqueda de una cura.
Sin embargo, un equipo de científicos liderado por los Dres. Kun Ping Lu y Xiao Zhen Zhou de la Universidad Western, junto con los Dres. Surendra Sharma y Sukanta Jash de la Universidad Brown, ha identificado una proteína tóxica llamada cis P-tau en la sangre y la placenta de pacientes con preeclampsia.
Según un estudio publicado en Nature Communications, esta proteína, el cis P-tau, parece desempeñar un papel crucial en la causa de la preeclampsia. Además, podría servir como biomarcador para el diagnóstico temprano de la enfermedad y un objetivo terapéutico crucial.
La investigación también ha revelado una sorprendente conexión entre el cis P-tau y enfermedades neurológicas como el Alzheimer, lo que sugiere que esta proteína podría estar involucrada en una amplia gama de afecciones médicas.
El Dr. Sharma, profesor de pediatría e investigador de patología y medicina de laboratorio en Brown, expresó su entusiasmo por estos hallazgos. Según él, este descubrimiento podría allanar el camino para un tratamiento efectivo de la preeclampsia, una enfermedad que afecta desproporcionadamente a las mujeres negras e hispanas.
La muerte de la campeona estadounidense de atletismo Tori Bowie, que estaba embarazada de aproximadamente ocho meses cuando falleció, arrojó luz sobre la preeclampsia y su impacto en las mujeres de color. Se cree que las diferencias genéticas y factores socioeconómicos pueden aumentar el riesgo de preeclampsia en ciertas poblaciones.
Además de su impacto inmediato en la salud materna y fetal, la preeclampsia podría tener efectos a largo plazo en la salud cerebral de las madres y sus hijos. Aunque aún se desconoce el vínculo causal entre la preeclampsia y la demencia, esta investigación ha identificado una posible causa subyacente de esta compleja relación.
Los investigadores también están explorando cómo el estrés y otros factores ambientales pueden interactuar con marcadores biológicos como el cis P-tau para comprender mejor la aparición de la preeclampsia.
En última instancia, este descubrimiento prometedor podría tener implicaciones profundas no solo para el tratamiento de la preeclampsia, sino también para una variedad de afecciones médicas, desde trastornos relacionados con el embarazo hasta enfermedades neurológicas.
Los científicos están entusiasmados con las posibilidades que se abren y confían en que este avance llevará a un mejor entendimiento y tratamiento de la preeclampsia en el futuro.
