Una reorganización de la dieta, ir al gimnasio y aumentar el número de pasos. Estos son los primeros pasos comunes entre aquellos que intentan cambiar la balanza. Pero a pesar de los mejores esfuerzos, muchos luchan por ver que el peso caiga
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No dormir lo suficiente:
Dormir poco se ha relacionado con la diabetes, enfermedades cardíacas y depresión. Pero también podría estar obstaculizando tu progreso en la pérdida de peso.
Un estudio de 2010 realizado por investigadores en Estados Unidos encontró que, entre aquellos que seguían una dieta restringida en calorías durante dos semanas, los que dormían 8,5 horas perdieron más peso que aquellos que solo estuvieron en la cama durante 5,5 horas.
En un artículo de 2020, el Dr. Ian Walshe, profesor asistente de deporte, ejercicio y rehabilitación en la Universidad de Northumbria, escribió: "Está claro que el sueño es importante para perder peso".
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Perder grasa pero ganar músculo
La mayoría esperaría ver su pérdida de peso después de un par de semanas de comer sano e ir al gimnasio. Pero aquellos que no ven el cambio de escala no deberían decepcionarse.
Pueden haber perdido grasa y ganado músculo, el cual es más denso que la grasa. Esto significa que podrían pesar lo mismo, pero su composición corporal ha cambiado.
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No hacer un seguimiento preciso del progreso
Expertos afirman que es vital controlar lo que se come durante las comidas y los tentempiés para perder peso. Pero aquellos que tienen dificultades para perder unas cuantas libras pueden no estar haciéndolo tan minuciosamente como creen.
La investigación muestra que los británicos consumen el equivalente a tres hamburguesas con queso de McDonald's al día sin darse cuenta. Eso es según un equipo de la Universidad de Essex, que entrevistó a 200 personas sobre cuánto creían que comían al día.
Luego, rastrearon cuánto consumieron realmente y descubrieron que los voluntarios, que iban desde delgados hasta obesos, omitieron un promedio de 900 calorías de alimentos diarios.
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Estancarse en un punto
Después de semanas o meses de ver cómo la báscula baja, puede llegar a un punto en el que se estanca. Este estancamiento es normal, incluso entre aquellos que han mantenido su dieta y rutina de ejercicio.
Los expertos dicen que esto ocurre porque el cuerpo se resiste a la pérdida de peso. Piensa que está siendo privado de alimentos, por lo que libera más hormonas del hambre con la esperanza de obtener más comida.
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No beber suficiente agua
Los expertos en salud afirman que beber ocho vasos al día es clave para mantener el cuerpo hidratado.La investigación sugiere que cuanto más hidratado estés, mejor esta tu cuerpo es para completar tareas, desde pensar hasta quemar grasa. Los científicos han descubierto que el líquido puede suprimir el apetito, aumentar el metabolismo y aumentar la motivación.
Un estudio de 2015 encontró que, entre aquellos que seguían una dieta baja en calorías, los que bebían 500 ml de agua antes de cada comida perdieron 2 kg adicionales durante el curso del estudio de tres meses.
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Una condición médica
Comer bien, hacer ejercicio y dormir lo suficiente diligentemente puede no ser suficiente para que algunas personas pierdan peso. Una variedad de condiciones médicas pueden dificultar la pérdida de peso.
Estas incluyen el hipotiroidismo. Esto ocurre cuando la glándula tiroides no produce suficientes hormonas que son vitales para regular el metabolismo del cuerpo, el proceso que convierte los alimentos en energía. Como resultado, aquellos con la condición queman menos calorías.
Otra es el síndrome de ovario poliquístico, que es cuando las mujeres producen ligeramente más andrógeno (hormona masculina) de lo normal. Esto puede causar resistencia a la insulina, lo que significa que el cuerpo tiene dificultades para convertir la glucosa en la sangre en energía, lo que puede hacer que las personas con la condición aumenten de peso más fácilmente que otras.
Se recomienda hablar con su médico de cabecera si cree que pueden tener estas condiciones.
