Una pesquisa sugiere que la clave de una vida más prolongada radica en la cantidad apropiada de un nutriente que generalmente ignoramos.
Los alimentos que consumes afectan tanto a tu bienestar como a tu longevidad, es decir, la cantidad de años que vives con salud. Un estudio reciente sugiere que una dieta específica podría ser la clave de la juventud. ¿En qué consiste? Aquí te lo explicamos. La investigación sugiere que los requisitos nutricionales varían en función de la edad y la salud metabólica, por lo que prestar atención a nuestra alimentación es crucial para una vida larga y saludable.
Una dieta idónea según la edad, favorece la salud metabólica, prolongando y aumentando la longevidad. Investigaciones previas muestran que la ingesta mixta de calorías y proteínas mejora la salud y esperanza de vida en animales, pero se desconocía la cantidad de proteínas necesarias para mantener la salud metabólica.
La dieta que podría ser el elixir de la vida
A estudio publicado en GeroScience halló la cantidad de proteína necesaria para mejorar la salud metabólica de ratones ancianos. Yoshitaka Kondo y su equipo determinaron cuánto debemos comer para vivir mejor y más tiempo. Investigaron ratones jóvenes y de mediana edad con diferentes dietas proteicas durante 2 meses y midieron el peso del músculo esquelético, los perfiles hepáticos y plasmáticos lipídicos y los de aminoácidos plasmáticos.
Un consumo moderado de proteínas es clave
Los investigadores vieron que en ratones de mediana edad, una dieta baja en proteínas provoca hígado graso leve y, en comparación con ratones más jóvenes, niveles hepáticos más altos de lípidos.
Ingerir más proteína conduce a una disminución de glucosa en sangre y lípidos en hígado y plasma. Una dieta moderada en proteína, de 25% a 35%, mantiene a ratones jóvenes y de mediana edad metabólicamente saludables. Requerimientos de proteína cambian con la edad, mayores en ratones jóvenes y menores en mediana edad, pero envejecer aumenta la importancia del consumo de proteína.
¿Qué es la proteína y dónde encontrarla?
La Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. afirma que las proteínas tienen funciones cruciales en el cuerpo, como la regulación y la estructura de tejidos y órganos. Las proteínas, que son moléculas grandes y complejas, son responsables de la mayor parte del trabajo en las células. Las fuentes alimenticias de proteínas incluyen carne, productos lácteos, nueces y algunos granos o guisantes. Además, se destaca que las proteínas de productos animales, como carne, suelen ser proteínas completas, es decir, proporcionan los aminoácidos que el cuerpo no puede producir por sí solo.
Es crucial ingerir proteínas diariamente ya que el cuerpo no las almacena de la misma forma que las grasas o los carbohidratos, y como se ha mencionado previamente, desempeñan diversas funciones en el organismo.
Algunas de las fuentes de proteína más sobresalientes que se encuentran en los alimentos son:
- Frijoles
- Frutos secos
- Pescado
- Pollo sin piel
- Carne de cerdo
- Productos lácteos bajos en grasa
- Carnes magras
Antes de modificar tu alimentación, es esencial buscar la opinión de un médico, especialmente si padeces diabetes, enfermedad renal u otra afección médica. Además de asegurarte de consumir suficiente proteína, se deben eliminar los carbohidratos procesados como galletas dulces y papas fritas. Es más recomendable optar por alimentos ricos en fibra y nutrientes como frutas, verduras y granos integrales.
