La amenorrea persistente inducida por la quimioterapia después del tratamiento del cáncer de mama, fue frecuente y se asoció con una peor calidad de vida a largo plazo entre las mujeres en el periodo premenopáusico según los resultados de un estudio de cohortes multicéntrico francés.
Los autores destacaron que los hallazgos, que mostraron un riesgo particularmente mayor de amenorrea persistente inducida por quimioterapia persistente en mujeres mayores y en aquellas que recibieron tamoxifeno adyuvante, pueden ayudar a informar la comunicación, el asesoramiento personalizado y los cuidados de soporte.
Un año después del tratamiento, se produjo amenorrea persistente inducida por quimioterapia en 1.242 de 1.497 mujeres (83,0%) del estudio longitudinal prospectivo CANTO, que estudió la toxicidad del cáncer. Las tasas a los años 2 y 4 después del tratamiento fueron de 72,5% y 66,1%, respectivamente, informaron el Dr. Rayan Kabirian, del Institut Gustave Roussy, en Villejuif, Francia, y de la Sorbonne Université, en París, y sus colaboradores.
En un análisis de calidad de vida realizado en 729 mujeres de la cohorte, 57,1% tenía amenorrea persistente, aunque 11 de 21 mujeres de 18 a 34 años que no tuvieron menstruación en el año 2 tuvieron una recuperación tardía de la menstruación entre los años 2 y 4. Al comparar a aquellas con amenorrea persistente en el año 4 con aquellas que tuvieron recuperación de la menstruación en cualquier momento, las primeras tuvieron un insomnio significativamente peor (diferencia de medias: 9,9 puntos), peores efectos adversos relacionados con la terapia sistémica (diferencia de medias: 3,0 puntos) y peor funcionamiento sexual (diferencia de medias: -9,2 puntos).
Los factores asociados con un mayor riesgo de amenorrea persistente inducida por quimioterapia incluyeron recibir o no recibir tamoxifeno adyuvante (odds ratio ajustado [ORa]: 1,97), síntomas vasomotores (bochornos) en el momento del diagnóstico (ORa: 1,83) y edad avanzada frente a edad de 18 a 34 años (ORa: 1,84 para aquellas de 35 a 39 años; 5,90 para las de 40 a 44 años, y 21,29 para las de 45 años o más).
Los hallazgos se publicaron en versión electrónica el 16 de noviembre en JAMA Network Open.
Amenorrea, calidad de vida y población joven
La cohorte del estudio constó de 1.636 mujeres menores de 50 años (edad promedio: 42,2 años) en el momento del diagnóstico de cáncer de mama en estadios I a III. Se informaron tanto los resultados hasta 4 años después del diagnóstico como la inscripción entre 2012 y 2017. La calidad de vida se evaluó mediante los cuestionarios de calidad de vida c30 y br23 de la European Organization for Research and Treatment of Cancer (EORTC).
"El cáncer de mama es el tumor que se diagnostica con mayor frecuencia en las mujeres. Aproximadamente 20% de las mujeres con cáncer de mama tienen menos de 50 años al momento del diagnóstico", señalaron los investigadores, y explicaron que las sobrevivientes más jóvenes tienen un mayor riesgo de sufrir síntomas y deterioro en la calidad de vida relacionado con la enfermedad.
"En particular, los síntomas relacionados con el tratamiento que tienen que ver con la transición menopáusica (p. ej., síntomas vasomotores y problemas sexuales) representan una fuente importante de angustia durante y después del tratamiento, lo que destaca la necesidad de vigilar y abordar los problemas relacionados con la sobrevida que son específicos de esta población".