En un estudio sueco se demuestra que tener hermanos mayores y haber sufrido la extirpación de las amígdalas en la infancia aumentan el riesgo de desarrollar espondilitis anquilosante.
Con este hallazgo se apoya la hipótesis de que las infecciones infantiles desempeñan un papel en la etiología de la espondilitis anquilosante.
Está bien establecido que la predisposición genética desempeña un papel predominante en la etiología de la espondilitis anquilosante (se calcula que la herencia se sitúa en torno al 80 %), mientras que el papel de los factores ambientales sigue sin aclararse.
En las teorías actuales se identifica el estrés mecánico, las infecciones y las alteraciones de la microbiota intestinal como posibles factores de riesgo.
En algunos estudios no concluyentes se ha sugerido una relación entre los factores perinatales y las enfermedades inflamatorias crónicas.
Utilizando los registros nacionales suecos, se seleccionaron 5.612 casos de espondilitis anquilosante y 22.042 controles sin artritis inflamatoria (5 controles por caso, emparejados por sexo, año de nacimiento y región de residencia).
El riesgo de espondilitis anquilosante se estimó con una serie de factores perinatales pertenecientes a tres áreas: gestación y parto (por ejemplo, duración de la gestación, tipo de parto, peso al nacer y edad gestacional, infecciones maternas durante el embarazo), circunstancias familiares (por ejemplo, tener hermanos mayores o menores) e infecciones durante la infancia (al nacer o que requirieron hospitalización en los primeros 15 años de vida).
Las asociaciones significativas se investigaron además utilizando a los hermanos de los pacientes como controles (3.965 pacientes y 6.070 hermanos sin espondilitis anquilosante), para excluir que dependieran de factores genéticos o de otros factores relacionados con la familia (por ejemplo, características de la madre y contexto socioeconómico).
No surgieron asociaciones significativas entre el crecimiento fetal u otros factores perinatales y el riesgo de desarrollar espondilitis anquilosante.
En cambio, tener hermanos mayores (odds ratio [OR] 1,12; intervalo de confianza del 95 %: 1,04-1,22]) y haber sido sometido a una amigdalectomía en la infancia (OR 1,30 [1,13-1,49]) se asociaron con un mayor riesgo de espondilitis anquilosante tanto en el análisis de casos y controles como en la comparación entre hermanos.
Haber padecido infecciones graves en la infancia y tener un hermano gemelo se asociaron significativamente con espondilitis anquilosante en el análisis de casos y controles, pero la asociación se atenuó en la comparación entre hermanos.
