La nicotina es un cancerígeno muy conocido, aún así está cada vez más presente en nuestra vida diaria.
Resulta sorprendente que a pesar de la evidencia directa existente sobre los efectos perjudiciales del consumo de tabaco para la salud, este hábito persista e incluso se promueva.
Nos encontramos frente a un caso en particular: el tabaquismo se ha relacionado con hasta 12 tipos diferentes de cáncer y que, a pesar de ello, se está volviendo cada vez más común en nuestra vida diaria.
El tabaquismo es una práctica extremadamente perjudicial de la cual conocemos la relación causa-efecto en el caso del cáncer de pulmón. Sin embargo, su incidencia continúa aumentando de manera alarmante y puede desencadenar otros muchos tipos de tumores, incluso más de uno simultáneamente.
El tabaco es el primer causante directo de muertes que pueden prevenirse. Lo mismo sucede con ciertas enfermedades cardiovasculares que provoca. Los efectos cancerígenos de este hábito se ven disminuidos a los 15 años de haber dejado de fumar. Porque el tabaquismo provoca estrés oxidativo, y afecta a órganos que a priori no imaginaríamos, como es el caso de la vejiga. También se ha visto la relación entre el aumento de linfomas de bajo grado y algunas leucemias, con el consumo de cigarrillos.
Actualmente incluso se trata de vender una solución "menos nociva" cuando en realidad no lo es. El uso de vapeadores ha sido relacionado con la generación de inflamación celular, que se considera un precursor del cáncer. En comparación con otros países, como Estados Unidos,han prohibido los vapeadores de sabores y han identificado ciertos dispositivos que se han asociado con casos de trasplante de pulmón en jóvenes menores de 25 años. Ya que la carga de nicotina de estos aparatos puede ser incluso más elevada que la de los cigarrillos.
El tabaquismo conlleva un riesgo no solo de padecer cáncer de pulmón, sino también de otros tipos de tumores. Algunos de los cánceres asociados al hábito de fumar incluyen el cáncer de vejiga, el cáncer urotelial, el cáncer de orofaringe (que afecta la lengua y la tráquea debido a los efectos nocivos del humo), el cáncer de estómago, el cáncer de esófago, varios tipos de linfomas, algunas formas de leucemia, el cáncer de colon (si bien se deben cumplir otros criterios en este caso) y el cáncer de cérvix, que aumenta significativamente en las mujeres fumadoras.
