Esta mujer de Alabama espera un bebé en cada uno de sus dos úteros
AGENCIAS / EL TIEMPOA partir de ahí, una prueba de embarazo casera dio positivo, y compartió la noticia con su marido, Caleb, que siempre ha sido " quien más la ha animado". Los Hatcher, que viven en Dora, Alabama, pensaron que habían acabado con las tomas a media noche después de que naciera su hijo menor en 2021.
"Cuando le dije que estaba embarazada de nuevo, me dijo: 'Vale, bueno, ¿qué es uno más? Será genial. Todo estará bien'", explica.
En su primera ecografía, a las ocho semanas de embarazo, las cosas dieron un giro inesperado
La ecografista encontró rápidamente al bebé y le dijo a Hatcher que todo parecía perfecto. El bebé estaba sano.
Entonces Hatcher se acordó de explicarle que su anatomía era un poco diferente. Había nacido con dos úteros, un trastorno llamado útero didélfico.
"Así que si estás explorando y tal vez lo vislumbras o algo así, no pienses que es algo fortuito o que hay algo mal. Ahí hay un útero totalmente separado", dijo Hatcher, de 32 años.
La ecografista le dio las gracias por informarle y le dijo que echaría un vistazo rápido al segundo útero para asegurarse de que todo iba bien.
Y en cuanto movió el ultrasonido hacia el otro lado de mi vientre, dije: 'Dios mío, ahí hay otro'".
Es más probable ganarse la lotería
Hatcher ni siquiera necesitó que le dijeran que había otro bebé. Ella misma se dio cuenta.
"La enfermera con la que me reuní ese día se quedó asombrada. Me dijo: 'Ni siquiera estoy segura de cuáles son las estadísticas'", recuerda Hatcher.
Las probabilidades son alucinantes. El año pasado nacieron en Estados Unidos unos 3,6 millones de bebés, pero solo 114.000 de ellos fueron gemelos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés).
En otras palabras, por cada 200 nacidos vivos nacen unos tres pares de gemelos, según los CDC, y es probable que dos de esos pares sean fraternos, lo que significa que proceden de dos óvulos fecundados distintos.
La condición de Hatcher también es rara: aproximadamente 1 de cada 2.000 mujeres nace con un útero didélfico.
Para que se quedara embarazada en los dos úteros a la vez, tuvieron que fecundarse dos óvulos, uno en cada útero.
Como la mayoría de las mujeres, Hatcher tiene dos ovarios, las glándulas que almacenan y liberan los óvulos. Cada uno de sus ovarios alimenta un único útero. Normalmente, los ovarios se turnan para liberar óvulos, enviando uno al útero en cada ciclo para tener una oportunidad de ser fecundado. Sin embargo, en ocasiones, un ovario puede liberar más de un óvulo durante cada ciclo, un fenómeno denominado hiperovulación.
La hiperovulación no se ha investigado a fondo, pero un estudio realizado en 2006 con 500 mujeres descubrió que aproximadamente 1 de cada 5 de ellas podía hiperovular. Pero incluso en esas mujeres, no ocurre en todos los ciclos. Cuando ocurre, a veces un solo ovario puede liberar dos óvulos. Y aún más infrecuente es que ambos ovarios liberen un solo óvulo al mismo tiempo, que es lo que ocurrió en el caso de Hatcher.
Los estudios de casos calculan que las probabilidades de un embarazo de este tipo, una mujer con dos úteros con un bebé en cada uno de ellos al mismo tiempo, se sitúan en torno a 1 de cada 2.000 millones en la población general, aunque es imposible saberlo con certeza con algo tan infrecuente.
Hatcher tenía unas siete veces más probabilidades de ganar el premio mayor de la lotería Powerball y unas 131.000 veces más probabilidades de ser alcanzada por un rayo en algún momento de su vida.
Doble bultito
El útero didélfico se produce en las primeras semanas de desarrollo del bebé. Las mujeres nacen con dos cuernos uterinos, o mitades, que normalmente se fusionan para formar una cavidad mayor. En el caso del útero didélfico, las paredes uterinas no se fusionan como deberían y las mujeres nacen con dos.
Hatcher dice que, en cierto modo, tuvo suerte, porque algunas mujeres con esta condición tienen solo un útero funcional; el otro no puede soportar un embarazo. Pero su historial médico demuestra que ha tenido hijos en los dos, aunque nunca al mismo tiempo.
Sus médicos también están tanteando el terreno.
"Incluso en la facultad de medicina no se habla de esto porque es muy poco frecuente", explica la Dra. Shweta Patel, obstetra de Hatcher en la Universidad de Alabama en Birmingham.
"Al tratarse de una circunstancia tan inusual, no disponíamos de mucha orientación para su atención prenatal", explica Patel. "Sabemos mucho sobre cómo cuidar los embarazos gemelares en general cuando hay un útero implicado, así que extrapolar la atención al paciente para eso es lo que hemos estado haciendo para Kelsey".
Los dos bebés son niñas y crecen bien. Con 34 semanas de gestación, van por buen camino, dice Hatcher.
Una cosa que es diferente con este embarazo, dice Hatcher, es que en ciertas posiciones, no solo tiene un bulto de bebé, sino dos.
Cuando se tumba en el sillón reclinable por la noche, "las niñas se separan, casi, y puedes ver claramente los dos vientres separados, porque hay un gran hueco en mi barriga donde caen hacia un lado o hacia el otro".
Los bebés son técnicamente gemelos, pero como no comparten útero y no pueden tocarse, Hatcher se ha preguntado si tendrán un vínculo como tienen otros gemelos.
"Tengo mucha curiosidad por ver cómo resultan, si tendrán algún tipo de conexión o si solo serán hermanas", dijo.
Su fecha prevista de parto es Navidad, pero Hatcher sabe que no es probable que llegue tan lejos, ya que el embarazo múltiple aumenta las probabilidades de parto prematuro.
"Lo que más deseo es llegar a diciembre", afirma.
El parto es la mayor incógnita
Hatcher quiere tener un parto vaginal, pero con dos úteros, no está claro cómo se desarrollará todo el proceso.
"Creo que el parto es probablemente la mayor incógnita", afirma Patel.
El equipo médico no está seguro de si ambos úteros empezarán a contraerse al mismo tiempo o si los bebés nacerán por separado. Tal vez un lado entre en trabajo de parto, pero el otro no, por lo que podrían tener que inducir el parto en ese lado con hormonas. Puede que Hatcher necesite una cesárea. "No lo sabremos hasta que lo veamos", dice Patel.
Mientras tanto, Hatcher y su marido ya tienen listas las maletas, y ella está tratando de trabajar tanto como sea posible (ella es una terapeuta de masaje) porque necesitan los ingresos. Sus amigos crearon una página de GoFundMe para ayudarles con los gastos inesperados, como las reformas de la casa, el cuidado de los niños y la pérdida de ingresos tras el nacimiento de las gemelas.
"Las cosas podrían ir muy rápido, y podría ponerme de parto esta noche", dijo Hatcher. "O podría tardar un poco. Estamos preparados. Estamos preparados para cualquier momento. Cuando sea que ocurra".
Una cosa que aún no han decidido son los nombres de las niñas. Sus otros tres hijos, dos niñas y un niño, de 6, 4 y 2 años, tienen nombres que empiezan por la letra R, y Hatcher dice que piensan mantener ese estilo para las gemelas. Aparte de eso, no hay nada decidido.
Su hijo se disgustó un poco al principio cuando se enteró de que los dos bebés eran niñas, pero ahora está entusiasmado con la idea de ser hermano mayor.
Dice que la rareza de este embarazo lo hace aún más significativo para ellos.
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