En una clínica especializada en dermatología, el liquen escleroso pediátrico era difícil de diferenciar del vitiligo, sobre todo en pacientes con tonos de piel de medios a oscuros, según una revisión retrospectiva de casos.
Los investigadores que escrutaron los síntomas y los hallazgos de las exploraciones físicas observaron menos diferencias estadísticamente significativas entre los pacientes con liquen escleroso y vitiligo de las esperadas, y en ocasiones fueron diagnosticados erróneamente el uno como el otro.
"El liquen escleroso debe tratarse de forma agresiva para evitar secuelas a largo plazo, como cicatrices permanentes y carcinoma vulvar de células escamosas, por lo que es crucial un diagnóstico preciso", afirmaron las autoras en un póster que presentaron en el congreso anual de la Society for Pediatric Dermatology (SPD).
El liquen escleroso es sintomático y presenta múltiples hallazgos en la exploración física, pero una vez tratado o quiescente, la despigmentación puede persistir y crear incertidumbre diagnóstica, explicó a esta redacción la autora principal del estudio, Dra. Kaiane Habeshian, dermatóloga pediátrica del Children's National Hospital, en Washington, Estados Unidos, tras el congreso de la Society for Pediatric Dermatology.
La incertidumbre diagnóstica es especialmente cierta en los pacientes con tonos de piel más oscuros, que pueden padecer liquen escleroso vitiligoide, una variante del liquen escleroso que tiene rasgos superpuestos tanto del liquen escleroso como del vitiligo.
El liquen escleroso vitiligoide "se presenta clínicamente como una mancha blanca vulvar y perianal simétrica despigmentada, a menudo con signos mínimos de inflamación, pero es sintomática y parece compatible con el liquen escleroso en el examen histopatológico", dijo la Dra. Habeshian.
"Según nuestra experiencia, en pacientes con tonos de piel de medios a oscuros, existe una cantidad variable de repigmentación tras el tratamiento del liquen escleroso", añadió. "Con el uso de corticoesteroides tópicos de alta potencia, algunos pacientes repigmentan casi por completo, mientras que otros presentan una repigmentación mínima, y esta puede fluctuar con el tiempo, a veces independientemente de otros signos o síntomas de un brote. Esto puede dar lugar a confusión diagnóstica. Por ejemplo, si se examina a un paciente con liquen escleroso después del tratamiento y sus síntomas se han resuelto, es posible que posteriormente se le diagnostique vitiligo".