— Agencias 04/10/2025
Varios legisladores de Estados Unidos donarán o renunciarán a sus salarios mientras dure el cierre federal, que este sábado cumple cuatro días.
El cierre del gobierno federal de EE. UU., iniciado el 1 de octubre, afecta a más de 1.6 millones de trabajadores, entre suspendidos y los que laboran sin salario. Legisladores demócratas y republicanos anunciaron que donarán o diferirán su pago hasta que se apruebe el presupuesto.
Al menos 900 mil empleados federales están suspendidos y otros 700 mil laboran sin pago, mientras servicios esenciales como controladores aéreos, TSA, Seguridad Social, DHS e ICE siguen operando.
Los legisladores que confirmaron que renunciarán a sus salarios incluyen a la senadora Ashley Moody y los representantes Mariannette Miller-Meeks, Mike Lawler y John James. Por el lado demócrata, destacan el senador Andy Kim y los representantes Josh Gottheimer, Nellie Pou y Mikie Sherrill.
Argumentos de los congresistas
“Si un cierre obliga a los militares y veteranos a no recibir su salario, los miembros del Congreso no deberían cobrar”, señaló Miller-Meeks. La mayoría de los legisladores gana 174 mil dólares anuales, cifra que aumenta para quienes ocupan cargos de liderazgo.
Conflicto entre bancadas
Republicanos y demócratas se culpan mutuamente del cierre, el primero en siete años. Los republicanos rechazan financiar ciertos servicios sanitarios alegando que beneficiarán a “inmigrantes ilegales”, mientras que los demócratas lo niegan.
El presidente Donald Trump advirtió que podría reducir el tamaño del gobierno federal y ordenar despidos masivos si la paralización se prolonga. La próxima votación en el Senado sobre el presupuesto está prevista para el lunes por la tarde.
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