Un nuevo estudio en México revela que las olas de calor, inducidas por el cambio climático, afectan desproporcionadamente a personas menores de 35 años, con un 75% de las muertes relacionadas con el calor ocurriendo en este grupo. Sorprendentemente, casi un tercio de estas muertes corresponden a adultos jóvenes entre 18 y 35 años, un grupo considerado fisiológicamente robusto.
Los resultados, publicados en Science Advances, muestran que niños menores de 5 años y adultos jóvenes son los más vulnerables a las altas temperaturas, mientras que las personas de 50 a 70 años son menos propensas a morir por exceso de calor. Este riesgo elevado en jóvenes adultos podría deberse a su mayor exposición al trabajo al aire libre en la agricultura y la construcción, trabajos en interiores sin aire acondicionado y la participación en deportes extenuantes.
Los bebés y niños pequeños son vulnerables debido a sus cuerpos pequeños que absorben calor rápidamente y su capacidad limitada para enfriarse mediante la sudoración.
Las temperaturas entre 73 y 75 grados Fahrenheit con alta humedad resultaron ser las más mortales, posiblemente debido a su frecuencia y mayor exposición.
Estos hallazgos son especialmente preocupantes para los países más pobres de África y Asia, donde grandes poblaciones jóvenes trabajan en empleos manuales, enfrentando un riesgo aún mayor de aumentos masivos en muertes relacionadas con el calor.
Es un llamado urgente a revisar y mejorar las medidas de prevención y adaptación para proteger a estos grupos vulnerables frente al calentamiento global.