Acusa falsamente a medios de comunicación de azuzar a migrantes a subirse a los vagones y trata de intimidarlos.
En un segundo día de llegada de migrantes de Venezuela, Honduras y Nicaragua por tren, el Instituto Nacional de Migración, con apoyo de corporaciones policiacas y el Ejército, bajaron a más de 3 mil migrantes en dos operativos, uno en el kilómetro 18.5 de la carretera 57 y el otro en el municipio de Castaños.
La historia de los migrantes se repite, pues huyen de sus países por las condiciones de pobreza, violencia y políticas de gobierno restrictivas, que no les permite tener una vida digna para su familia, aunque tengan una profesión o un oficio, pues los sueldos, por ejemplo, en Venezuela, son ínfimos y no les alcanza ni siquiera para su alimentación, muchos de los jóvenes migrantes son amenazados por pandillas por lo que deciden mejor arriesgarse en un viaje para llegar a Estados Unidos, que seguir viviendo con temor, sin ingresos ni un futuro mejor.
Plan. En las góndolas y vagones de ferrocarril, así como en el techo, los migrantes viajaban ilegalmente procedentes de Nuevo León, donde abordaron el tren, pero la mayoría ya tenía de dos a tres meses de haber salido de sus pueblos en la travesía para lograr su objetivo de cruzar a Estados Unidos, donde a algunos les esperan familiares o amistades, muchos van sin ninguna referencia de una amistad estadounidense, pero igual esperan ser admitidos y poder trabajar.
Aunque los migrantes expresaron enojo porque los bajaron del tren, luego de que estaban tan cerca de la frontera, apenas dos horas y media, se conformaron y caminaron, aunque se quejaban de no traer agua ni alimentos para seguir a pie, algunos decían tampoco traer dinero.
Hubo quien dijo que elementos del Instituto Nacional de Migración golpearon a una mujer migrante, en el techo del tren, cuando se negaba a bajar, sin embargo, las autoridades lo negaron.
Los migrantes continuaron su trayecto por la carretera 57 hacia el norte para llegar a Piedras Negras y cruzar a Estados Unidos.