Más de 800 personas buscan al menor que se perdió en una aldea de 25 habitantes en Francia.
"No tenemos ninguna pista, ninguna información", señalaron las autoridades sobre la misteriosa desaparición del Emile, de dos años, a quien se le perdió el rastro desde el sábado 8 de julio en los Alpes de Francia. El caso mantiene en vilo a ese país.
El niño acababa de llegar a casa de sus abuelos maternos en Haut-Vernet para pasar las vacaciones de verano. Es una aldea de no más de 25 habitantes, situada a mil 200 metros de altura y está rodeada de bosques y campos. Los vecinos lo vieron por última vez saliendo de la residencia y caminado por una calle aleñada.
Durante dos días, más de 800 personas, entre rescatistas y voluntarios, peinaron en vano la zona, en un perímetro de cinco kilómetros a la redonda, y ahora las autoridades se centran en la propia aldea, a la que se prohibió el acceso a cualquier persona exterior.
"Puede que esté debajo de una mata de hierba, acurrucado. Vamos a cruzar este prado que no hemos visto. ¡Y vamos despacio! No tenemos prisa", dijo uno de sus abuelos, quien ha estado acompañando las labores de búsqueda.
Pese a que también se ha tomado la declaración de los 25 residentes y se han inspeccionado las 30 casas y 12 carros del área, no hay pistas del menor.