Jennifer Davis, una enfermera residente de Estados Unidos, logró curarse de cáncer de mama triple-negativo mediante quimioterapia, radioterapia y cirugía, pero seguía teniendo un perfil con alto riesgo de recaída.
Todo comenzó en febrero de 2018, cuando Jennifer notó un bulto en su pecho. Acudió a su hospital para que lo examinaran, pero la primera biopsia no reveló evidencia de cáncer. A medida que pasaban los meses, el bulto seguía creciendo, por lo que insistió en hacerse más pruebas. Finalmente, una segunda biopsia confirmó el diagnóstico de cáncer de mama triple negativo y se le recetó un tratamiento que incluía varias rondas de quimioterapia y radiación, así como una doble mastectomía.
La estrategia funcionó, no obstante, debido a su historial, era considerada un caso de alto riesgo de recurrencia, lo cual la hizo elegible para participar en el ensayo clínico que estaba llevando a cabo la Clínica Cleveland con una posible vacuna.
El suero desarrollado en base a la investigación preclínica de Vincent Tuohy, se dirige a una proteína llamada α-lactoalbúmina presente en la mayoría de cánceres de mama triple negativo. Así, esta medida provoca que el sistema inmune ataque el tumor, si aparece, y evite que crezca.
Jennifer y otras tres participantes recibieron tres dosis de la vacuna, la última dosis de Davis fue en noviembre de 2021 y ha sido monitoreada desde entonces, se siente esperanzada ya que no muestra ningún efecto secundario ni recurrencia del cáncer.